IBAGUÉ. Luego de una investigación que se prolongó por varios meses, la Sijín de la Policía del Tolima y el CTI de la Fiscalía detuvieron a la madre y al padrastro de la menor Sharick Nicole Hernández Tapiero por la presunta responsabilidad en su muerte, la cual estremeció y movió las fibras más sensibles de los pobladores de Rovira por la crueldad de las lesiones que soportó el angelito en los escasos 18 meses que alcanzó a vivir.
¿Quienes son? Se trata de Luisa Fernanda Tapiero que fue hallada por las autoridades en el barrio El País, de Ibagué, y su pareja sentimental para la época de los hechos, Alfredo de Jesús Tovar, que fue interceptado en Rovira.
Ambos al cierre de la edición eran presentados en audiencia ante un Juez de Control de Garantías, en Rovira, por los delitos de tortura agravada y homicidio agravado.
Sin signos vitales. El martes 10 de enero del 2017 Tapiero y Tovar llegaron al área de urgencias del hospital San Vicente de Rovira, procedentes de su vivienda en la vereda San Roque situada a una hora y media de camino, porque según ellos Sharick Nicole tenía un cuadro de fiebre y estaba cubierta en ropa de pies a cabeza. Cuando el personal médico la examinó no tenía signos vitales.
En una inspección inicial los galenos observaron quemaduras de tercer grado en pies y manos y parecía que le habían ‘metido’ las extremidades de forma intencional en líquido hirviendo porque las quemaduras era uniformes hasta los tobillos y las muñecas. También el cuerpo del angelito tenía varias cicatrices en la espalda, un hematoma en el pómulo y quemaduras por pañalitis en los glúteos.
Excusas. Al momento de elaborar la historia clínica Tapiero, madre de la bebé, señaló que la semana previa al deceso la niña había sumergido las manos en agua caliente, la cual era utilizada por los adultos para pelar pollos y que también se había derramado una sopa encima. Tras los incidentes supuestamente la mujer adquirió una crema para las quemaduras, días después volvió al casco urbano, pero no pudo acceder a una cita en el centro asistencial porque era festivo.
La trágica historia llegó a su ocaso aquel martes, cuando la pequeña por fin fue llevada a urgencias, pero llegó sin signos vitales.
Un año y tres meses después del desenlace fatal la Sijín Detol y el CTI dieron con los responsables.
La comunidad rovirense y la familia paterna, que advirtió a las autoridades de la responsabilidad de los hoy detenidos, esperan que haya justicia.
