IBAGUÉ. El 14 de octubre de 2015 Luis H. Rodríguez, alcalde para la época, le entregó a la Ciudad en su cumpleaños 465, cerca de 101 canecas compactadoras de basura que supuestamente funcionarían con luz solar y que tendrían un dispositivo para saber en qué momento estaban llenas y requerían ser vaciadas.
Los elementos, adquiridos por Ibagué Limpia y administrados por Interaseo, prometían ser lo ‘último en guarachas’, sin embargo casi dos años de uso después, las canecas representan un monumento a la dejadez y el olvido.
En lo que quedó. Q’HUBO hizo un pequeño recorrido por las dichosas compactadoras en las que se evidencia abandono. La mayoría permanece a ‘tope’ de basura, que parece que no es evacuada desde hace meses y ni siquiera se puede usar.
Y las que no están llenas, tienen las compuertas golpeadas, desprendidas o completamente abiertas.
Una pequeña porción, situada en el centro de la Ciudad, está en uso pero como canecas normales, pues eso de la compactación como que jamás existió.
La perla. En septiembre de 2015 la Gobernación adquirió un ‘solmáforo’ para Ibagué y dos más para el Departamento, para medir la radiación ultravioleta del sol, pero al parecer el artefacto también fue una perdida de plata, pues no duró mucho y la gente jamás aprendió a utilizarlo.