Ayer, delincuentes forzaron los candados de seguridad de una caseta del parque principal del barrio Keneddy y se llevaron elementos avaluados en un millón de pesos. Según los comerciantes, en menos de un mes, tres negocios han sido víctimas de los ladrones. Anderson Rubio, encargado del negocio relató que se llevaron sillas, mesas y parasoles que hacía 25 días compraron para la frutería. Al parecer, quienes cometen los hurtos son habitantes de la zona que perciben que las casetas no son tan seguras. Por su parte, Janet Serna, líder del barrio, la delincuencia está desbordada, pues también tienen de blanco a los transeúntes y los despojan de sus pertenencias.
