IBAGUÉ. Con más dudas que certezas se puso en marcha la primera fase del sistema estratégico de transporte en Ibagué, por medio de la reestructuración de las rutas de transporte público.
El proyecto en materia de socialización se rajó, así como la mayoría de iniciativas que emprendió la saliente Administración Municipal en los últimos meses, para no ir lejos basta echar una mirada al solmáforos frente a la Gobernación, los repentinos días sin carro o las inexplicables canecas compactadoras que ‘adornan’ la Ciudad.
La mañana del viernes los ibaguereños quedaron ‘gringos’ por el cambio sustancial en el recorrido que cumplen las rutas de transporte público en el perímetro urbano. Porque en lugar de mejorar la cobertura, terminaron fue perjudicando a los usuarios.
Pero todo tiene una explicación razonable, es evidente que los encargados de la modificación en los trayectos jamás se han subido a una buseta y por eso no conocen las necesidades de la gente ‘de a píe’.
Q’HUBO se desplazó a tres lugares específicos para indagar sobre la percepción de la ciudadanía frente a las modificaciones.
Gaitán. Anteriormente por la calle 11 de barrio Gaitán transitaban las rutas cuatro y siete, pero después de este ‘despeluque’ fueron retiradas.
“La gente despertó desubicada esta mañana (ayer). Ahora los usuarios deben salir hasta la avenida ‘Tobogán’ o a la 37 para conseguir transporte rápido”, indicó Edilberto Vergara, comerciante y residente del sector.
Por allí empezó a circular la ruta 23, pero parte de la comunidad desconoce el recorrido que cumple.
Ciudadela Simón Bolívar. En la avenida principal del popular barrio disminuyó en un 50 por ciento el flujo de transporte, porque de cuatro rutas tan sólo quedan dos. Desaparecieron la 10 y 34, mientras que 14 y la 33 prevalecen con el mismo recorrido.
“Nos toca acostumbrarnos y acatar las normas. Igualmente escuché que la idea es colocar alimentadores y hacer un pequeño transmilenio”, señaló Arturo Mejía, residente del barrio.
Rosendo Preciado, otro usuario que vive en la Ciudadela Simón Bolívar complementó: “Así solo sean dos rutas, lo importante es que haya movimiento. Si las busetas pasan continuamente, uno se acomoda a la medida”, sentenció.
Ancón. Los habitantes de este sector pueden estar tranquilos porque mantienen sus dos rutas. El recorrido de la 50 permanece intacto, mientras que la ruta 2 entra a reemplazar la 39 que desaparece de forma definitiva.
“Las personas que salieron a trabajar esta mañana estaban bravas porque desconocen la nueva medida. A más de uno le tocó coger taxi”, dijo Jhon Freddy Reyes, habitante del sector.