IBAGUÉ. Esta semana, por Whatsapp, me contactó Ricardo Serna Jaramillo, un paisa que lleva dos años viviendo en Ibagué.
Me invitó a visitar las manzanas 39 y 40 de la Urbanización Santa Ana, pues el 2 de octubre un contratista del Ibal llegó a arreglar una fuga de aguas negras en una casa y terminaron abriendo la mitad de la calle.
“El daño era en una sola casa. Supuestamente el trabajo duraría seis días pero estuvieron más de 20. La calle estaba en muy buen estado y mire como la dejaron, hecha un barrizal”, agregó don Ricardo. “Trabajaron dos hombres con pica, pala y una carretilla. La retroexcavadora, que era indispensable, dijeron que estaba dañada y sólo la trajeron dos veces”, agregó Carlos Medina, otro habitante del sector.
Un carro incrustado. Como el contratista no habría compactado la calle, el pasado sábado, un carro de envíos quedó incrustado en uno de los huecos por más de cuatro horas. ¡Terrible eso!
También me contaron que el jefe de la obra (el contratista) nunca quiso hablar con ellos y aunque han pasado varios escritos al Ibal, no han tenido respuesta. ¿Cómo la ven?