Se reencontraron luego de 82 años

REENCUENTRO

IBAGUÉ. Una emotiva e innolvidable tarde vivieron Rufina y Daniel Barreto Lerma, dos hermanos que se reencontraron en Ibagué luego de más de 80 años sin verse.
Historia. Janeth Serna, sobrina política de Rufina, fue la artífice de tan anhelado momento, pues luego de más de cuatro años de investigación logró que ‘los hermanitos’ se conocieran, haciendo realidad el sueño de su tía.
“Cuando Rufinita tenía cerca de cuatro años, sus padres se separaron y Ricardo Barreto, su padre, se la llevó a ella junto a otra hermana. Daniel se quedó con su mamá y sus demás hermanos y no se volvieron a encontrar”, refirió Janeth.
Y agregó que Daniel se quedó huérfano a sus 11 años, tras el fallecimiento de su progenitora Camila Lerna.
Mientras tanto, Rufina vivía con su padre en el Guamo, pero aburrida de la ‘mala vida’ que recibía, se mudó a Bogotá y tiempo después llegó hasta a Ibagué teniendo apenas 15 años de edad. Sin conocer a nadie, trabajó y tres años después se casó.
De otra parte y sin ninguno de los dos saberlo, Daniel vivía en Ibagué en casa de sus padrinos.

La búsqueda. Los años pasaron y ninguno de los dos pensó en que se volverían a encontrar. Janeth Serna, sobrina del esposo de Rufina, conoció su historia y se interesó en hacer realidad el sueño de ‘la viejita’.
“Ella soñaba con conocer a alguien de su familia, decía que no se quería morir sin saber de sus hermanos”, comentó la mujer.
En esos ires y venires, tardó casi cuatro años, y contó que Rufina recuerda que cuando ella estaba muy pequeña había un niño de brazos en casa.
Con apenas esa pista, su cédula y los apellidos de ambos, Janeth rastreó por internet, en la iglesia y hasta en los directorios telefónicos, donde finalmente localizó a Daniel Barreto Lerna.

El reencuentro. Una vez hallaron al ‘hermanito’, Janeth planeó un encuentro sorpresa que tuvo lugar este lunes en el barrio Topacio.
“Cuando llegamos allá le dije a Rufina que él era su hermano, y dentro la mezcla de sentimientos del momento, ella le dijo a Daniel que ahora sí se podía ir tranquila porque ya había conocido a su hermano”.
En medio de la emoción, la timidez y la desconfianza, ambos empezaron a hacerse preguntas, se abrazaron, compartieron y bromearon.
Fue así como el sueño de abrazar a un hermano luego de 80 años se cumplió para el par de ‘viejitos’.

Cifra. 82 años tuvieron que pasar para que el par de hermanos se uniera.

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