IBAGUÉ. Un semoviente que deambulaba por la carretera entre Payandé y el sector de Caracolí, vía a San Luis, habría sido el responsable de ocasionar el accidente en el que Jhonatan Idelber Suaza Marín perdió la vida días después por la gravedad de las heridas.
Los hechos sucedieron el pasado 16 de octubre cuando el valluno, de 27 años de edad, iba para el molino ubicado en Caracolí donde vivía con su esposa y padre, y se desempeñaba como vigilante.
De acuerdo con Édgar Suaza, papá del fallecido, Jhonatan iba en su moto y en un momento inesperado apareció el animal:
“Ese día había neblina. Como la mujer no estaba, me llamaron. Había huellas de una res. En la farola de la moto quedaron pelos blancos y en el tanque algunos pedazos de ‘gordo’”, explicó.
El golpe le provocó a Suaza un hematoma craneoencefálico y laceraciones en diferentes partes del cuerpo: “Cuando llegué, el muchacho estaba inconsciente, y le salía sangre por boca y nariz”, explicó don Édgar.
“Llegó una ambulancia a recogerlo y fue trasladado al Hospital Federico Lleras. Allí le hicieron una intervención en la cabeza, pero el cirujano no dio mayores esperanzas”, agregó.
El diagnóstico del personal médico era que si Jhonatan sobrevivía a las lesiones, permanecería en estado vegetativo: “Todo el tiempo estuvo conectado a los aparatos. La esposa estuvo muy pendiente, pero su corazón dejó de funcionar hoy (viernes) a las 5:50 de la tarde”, puntualizó el señor Suaza.
