JULIÁN TORRES
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Los premios Oscar 2023 redimieron la carrera actoral de Brendan Fraser, una estrella de Hollywood de los 90 que cayó en el olvido durante muchos años y que, al igual que Charlie, su personaje en la cinta ‘La Ballena’, ha sufrido muchas penurias. Darren Aronofsky, experto en revitalizar carreras en declive, como ya lo hizo con Mickey Rourke en la cinta El Luchador, fue el artífice del regreso más amado por el público en el último año.
Vehículo de lucimiento
La Ballena, como la vida misma de Brendan Fraser, son historias de hombres que han sufrido por años. La depresión y la autopercepción son algunos de los dramas que han compartido tanto el actor como Charlie, su personaje.
Darren Aronofsky, quien en 2010 dirigió a una enigmática y poderosa Natalie Portman, quien obtuvo su premio Oscar gracias al director; repitió la fórmula con Fraser en un complicado personaje que tiene tanto de conflicto interno, como de complejidad física. El intérprete tuvo que adaptarse a un traje protésico de cerca de 50 kilos de peso y aprender a moverse en él, luego de una exhaustiva investigación y entrenamiento.
Toda esta parafernalia, muy recurrente en los dramas norteamericanos, que nos tienen acostumbrados a ofrecernos dramas grandilocuentes, con explosiones emocionales y mucho efectismo; sirvió como el vehículo que retornó a la gloria al actor famoso en los 90 por películas como George de la Selva o La Momia.
La Ballena ha sido acusada de promover la ‘gordofobia’, pero es preciso establecer que la historia está basada en experiencias de vida del guionista, quien originalmente escribió el texto para teatro; y que la película nos va explicando por qué Charlie acaba aislado del mundo, con obesidad mórbida y otros padecimientos.
La cinta descansa en la espalda del protagonista, quien asume casi todo el peso dramático, pero está acompañado de un gran elenco, donde se destaca principalmente la actriz Hong Chau en su papel de Liz, la mejor amiga de Charlie y quien comparte un doloroso secreto con el profesor de inglés que además de rumiar un pasado tormentoso, busca redimirse como padre a fuerza de soportar el comportamiento errático de su trastornada hija adolescente. Y podría decirse que por el tipo de final catártico, el protagonista no falla.
¿De qué trata?
Charlie (Brendan Fraser), un profesor de inglés que padece de obesidad mórbida, dicta clases de manera virtual, pero nunca se muestra en cámara ante sus estudiantes. Un día, Charlie recibe la visita de Thomas (Ty Simpkins) un misionero que busca predicar, pero encuentra al solitario profesor en medio de una crisis cardiaca.
Alarmado, el joven sugiere que Charlie debe ir al médico, pero este solo le pide que le lea un ensayo que está escrito en una hoja. Tras hacerlo, Liz, una enfermera y la mejor amiga de Charlie, aparece para auxiliarlo y también sugiere que él debe ir a urgencias, pues su tensión arterial está por las nubes.
Charlie se niega y tras la repentina aparición de su hija Ellie (Sadie Sink), una muchachita rebelde, desagradable y a quien Charlie abandonó de niña, se reviven viejas heridas de nuestro protagonista, quien cayó en la obesidad tras la muerte de su novio años atrás.
El rodaje de la película en el estudio Umbra de Nueva York duró 40 días.
Ficha técnica
Título original:
The Whale
Director:
Darren Aronofsky
Producción:
Jeremy Dawson, Darren Aronofsky, Ari Handel
Guión:
Samuel D. Hunter (Basado en la obra teatral del mismo autor)
Elenco:
Brendan Fraser, Hong Chau, Ty Simpkins, Samantha Morton, Sadie Sink.
Datos de la película
Darren Aronofsky tardó 10 años en encontrar al actor perfecto para interpretar a Charlie.
El traje con el cuerpo del personaje fue modelado en 3D y tenía un sistema de ventilación.
La cinta fue realizada por la gran productora independiente del momento: A 24, que se alzó con todas los premios en las categorías principales de los Oscar.
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