Durante la época prehispánica y los siglos XVII, XVIII, XIX y XX, Ibagué fue una ciudad de paso por donde transitaban viajeros de todas las clases sociales, que debían remontar la cordillera Central a través del Camino del Quindío para llegar al occidente del país y de ahí partir a Quito.
Para la época de la colonia, en Ibagué vivían cientos de indígenas cargueros, hombres corpulentos que a cambio de algunos reales atravesaban la montaña transportando personas a sus espaldas, acomodadas en silletas; o llevaban al hombro bultos y baúles de hasta ocho arrobas por caminos intransitables para bueyes y mulas en época de lluvias, trabajos por los que recibían apenas $10 o $12 pesos mensuales de pago.
El camino del Quindío empieza en el barrio Libertador. Su recorrido incluye, en su orden, las veredas Santa Teresa, Piedecuesta las Amarillas y las Ánimas, desde donde hay que caminar hasta La Palmilla, bordear las montañas del cañón del Combeima y bajar al cañón de Tapias.
Una vez allí, hay que ir hasta un punto denominado Campamento, luego al Moral, Azufral, Machín y Toche, último punto de Ibagué por donde pasa el camino antes de seguir su trazado por las montañas de Salento y demás municipios del Quindío. El trayecto culmina en Cartago.
Un ‘Camino Nacional’
En la actualidad es posible conocer y caminar por algunos tramos de aquella ruta que fue de gran relevancia para el desarrollo de la región y el país desde antes de la colonia, pues fue construido sobre el trazado del camino que usaban los indígenas.
Durante el recorrido por el Camino del Quindío, también conocido como Camino Nacional o Bolivariano, que inicia en Ibagué, atraviesa la cordillera Central y llega hasta Cartago, es posible encontrar vestigios de minas de oro y algunas adecuaciones que en otros tiempos llevaron a cabo obreros y reclusos del presidio de Toche.
Por este paso se movilizaron importantes personalidades colombianas y extranjeras como las tropas del ejército Libertador, viajeros de varias nacionalidades, cientos de exploradores, comisiones del gobierno, presidentes, gente común y corriente y algunos personajes de la talla del sabio y naturalista colombiano Francisco José de Caldas.
Asimismo, por allí caminó el prócer Atanasio Girardot y el general Antonio Baraya, protagonistas de la primera batalla de la guerra de independencia; al igual que Antonio Nariño, precursor de los Derechos del Hombre; el geógrafo italiano Agustín Codazzi; el químico francés Jean Baptiste Boussingault y el militar britanico John Potter Hamilton.
Lo mismo hizo en 1801 el naturalista aleman Alexander Von Humboldt, en compañía del botánico francés Aimé Bonpland, quienes cruzaron por allí y describieron sus vivencias atravesando este camino.
Al respecto Humboldt expresó lo siguiente: “Considérase la montaña de Quindiu (lat. 4°, 36’, long. 5°, 12’) como el más penoso paso de la Cordillera de los Andes; porque es bosque espeso, completamente deshabitado, que en la mejor estación cuesta diez ó doce días de travesía”.
Así pues, recorrer el camino es seguir los pasos de una parte de los protagonistas de la historia colonial de Ibagué y el País.
Camino Bolivariano
Algunos años después, el libertador Simón Bolívar también cruzó por este camino y estuvo en Ibagué tres días y dos noches tras viajar desde Guayaquil (Ecuador). Su destino era Bogotá, donde asistió al ‘Congreso Admirable’.
Luego de atravesar el Paso del Quindío desde Cartago hasta Ibagué, las tropas de Bolívar arribaron a la ciudad, bajaron por Santa Teresa, cruzaron por La Hoyada (hoy barrio Libertador) y pernoctaron en la Casa de Arcos, ubicada en la calle 10 con carrera Segunda.
Bolívar, después de tan largo viaje por los “Andes del Quindío”, y al observar las enormes dificultades que enfrentaban los cargueros de Ibagué con sus silletas llevando personas hasta Cartago, al igual que los bueyes y mulas transportando pesadas cargas por terrenos difíciles, ordenó, mediante decreto del 25 de enero de 1830, adoptar las disposiciones necesarias para que del presupuesto del Gobierno central se destinaran recursos para aquella obra de interés nacional debido a su importancia para el fomento agrícola, industrial y comercial de todo el país.
Riqueza natural
Visitar la ruta del Camino del Quindío implica también pasar por uno de los paisajes más bellos de la geografía nacional. El encuentro con un inmenso bosque que alberga alrededor de 900 mil ejemplares de Palma de cera (Ceroxylon quindiuense), considerada el árbol nacional, es una experiencia única que regala este paso a los turistas y visitantes.
En la antigüedad, al transitar desde Bogotá hasta Cartago, era posible disfrutar de la variedad de climas que ofrecían los pisos térmicos durante el recorrido, al igual que se podían apreciar animales como osos, venados, dantas, serpientes, aves, mariposas y algunos felinos.
Aunque el paisaje y las condiciones climáticas han variado, recorrer el camino del Quindío o Camino Nacional sigue siendo un deleite para aquellos turistas nacionales y extranjeros que deciden aventurarse a conocer esta ruta que atraviesa la cordillera central. Actividades como el avistamiento de aves y el senderismo encuentran en este lugar el escenario perfecto para su práctica.
Si desea ir a conocer:
- Nivel bajo: para conocer un tramo del Camino del Quindío por primera vez, puede ascender por la vereda El Gallo. Debe iniciar el recorrido en el puente amarillo antes de la cuesta de Chapetón, girar a mano izquierda y caminar aproximadamente dos horas hasta la cima de la montaña.
- Nivel medio: si usted es un caminante habitual, puede subir por la vereda Santa Teresa y pasar por las veredas Piedecuesta, Las Amarillas y Las Ánimas; ascender hasta La Palmilla y bordear la montaña hasta encontrar el camino del Quindío.
- Nivel experto: aquellos que están acostumbrados a las caminatas largas y cuentan con excelente estado físico, pueden conocer el camino del Quindío empezando por cualquiera de las rutas anteriores, bajar hasta Tapias, continuar hasta Toche y seguir el camino nacional hasta Salento.
Cifra
22 Leguas era la distancia del camino entre Ibagué y Cartago, equivalentes a 106 kilómetros.
Dato
Cruzar el camino del Quindío podía tomar cuatro días en temporada normal y hasta 15 días en época de lluvias.
Toma nota
El Camino del Quindío inicia en Santa Teresa, corregimiento Nueve de Ibagué, y se puede recorrer por varios tramos que aún se conservan en muy buen estado.
