REDACCIÓN Q’HUBO/qhuboibague@gmail.com
Decenas de personas que residen en poblaciones o estaban cerca a la ribera del río Magdalena a su paso por el Tolima, quedaron impactadas por la cantidad de peces que saltaban a la superficie del caudal y luego quedaban a las orillas, siendo fácil su pesca.
En videos y fotografías compartidos por redes sociales se veía como los pescadores de Honda, Flandes, Coello (Tolima), Girardot y Nariño (Cundinamarca), posaban con bagres, nicuros, bocachicos, capaces, cuchas, entre otras especies y de todos los tamaños.
Por supuesto, la gente no paró de llenar canoas y baldes, así como echarse al hombro los más grandes.
Y mientras esto sucedía, en Rioblanco y Chaparral, poblaciones de la cordillera Central, los habitantes trataban de salvar sus pertenencias y salir de la zona de influencia de los ríos Ambeima, Rioverde y Anamichú, que generaron una avalancha, la cual causó estragos al llevarse tres puentes.
La avalancha tuvo que ver con la muerte de cientos de peces que fueron recogidos en las orillas, pues ocurrió algo conocido como ‘Capa Rosada’, un fenómeno generado cuando los peces se quedan sin oxígeno.
Según el director de la Defensa Civil Seccional Tolima, mayor Luis Fernando Vélez Soto, la gran cantidad de material que desde Rioblanco cayó al río Magdalena formó una capa de lodo y sedimentos que generó una hipoxia ambiental.
“El agotamiento de oxígeno causó la muerte de los peces, ya que en sus branquias, al ser una membrana que filtra el agua y absorbe el oxígeno. Al no haber oxígeno, los peces mueren y la mayoría trata de salir a las orillas para buscar refugio”, explicó el mayor Vélez Soto.
Por esta razón, sucedió este fenómeno que dejó felices a muchos pescadores,pero también preocupación, ya que murieron alevines, peces de menor tamaño que durante temporada de subienda son prohibidos pescar y son los que mantienen la población en los caudales.
Pero también hay preocupación, según lo informado por el Mayor de la Defensa Civil, ya que debe de haber responsabilidad a la hora de comercializar estos peces y revisar que no generen alguna afectación en la salud de quien más adelante los consuma.
“Es importante que las secretarias de Salud verifiquen el estado de estos peces, si se puede o no comercializar, si son o no comestibles, teniendo en cuenta la contaminación que sufrió el río Magdalena”, informó el mayor Vélez Soto.
OTRAS NOTICIAS
Conozca los ganadores del ‘Mangostino de Oro’ 2023
En la fase final: inician obras de pavimentación en zona rural