IBAGUÉ. Ayer debajo de una ceiba grande a las afueras de Medicina Legal de Ibagué esperó por varias horas la familia de un menor de edad a que le entregaran su cadáver. El niño murió por inmersión.
Historia. Diego Sánchez, de 24 años de edad, llegó el domingo a eso de las 11:00 de la mañana a la Clínica Nuestra con su pequeño hijo en delicado estado de salud y sus pulsaciones poco a poco se iban desvaneciendo.
El angelito fue hallado dentro de una piscina de la finca de razón social Amparo, ubicada en el corregimiento El Totumo, donde departían los miembros del hogar. Al parecer, un muñeco se le cayó al agua y por cogerlo también terminó dentro de esta.
Debido a las afectaciones que sufrió el niño que residía en la Cuarta etapa del barrio Jordán, fue trasladado hasta la Unidad Pediátrica del Hospital Federico Llera Acosta, sede La Francia.
Aunque los médicos de turno hicieron todo lo posible para mantenerlo con vida, a eso de las 5:50 de la tarde informaron que el ‘ángel voló al cielo’ para siempre.
Al centro hospitalario arribaron unidades del Cuerpo Técnico de Investigación para hacer la inspección técnica del cadáver que fue llevado a la morgue.
Las autoridades investigan cómo ocurrió la tragedia y si la finca cuenta con los requisitos, según la ley de piscinas.
