Cerca de 600 niños, de distintas ciudades del país, cumplirán el sueño de cantar junto a varios reconocidos artistas nacionales en el Gran concierto virtual Batuta, el cual se transmitirá en la noche del próximo 22 de octubre a través de Teatro Digital.
Dichos niños, beneficiarios del programa Música para la reconciliación de la Fundación Nacional Batuta, estarán acompañados de artistas como Monsieur Periné, Puerto Candelaria, Marta Gómez y La Tulpa Raymi.
Juntos, realizarán un gran ensamblaje virtual en el que interpretarán un repertorio que exalta la riqueza, variedad y belleza del patrimonio musical colombiano, y al cual, los colombianos tendrá acceso gratuito.
Este evento tiene como propósito visibilizar cómo la formación musical de calidad ha sido parte de la vida cotidiana de más de 20 mil niños, niñas, adolescentes y jóvenes colombianos durante este tiempo de pandemia.
Son 29 años de labores de la Fundación Nacional Batuta impactando a comunidades de distintas regiones del país con el aprendizaje de la música, especialmente, aquellos que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y que han sido víctimas del conflicto armado.
“Desde su inauguración en el 2010, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo ha propiciado el encuentro entre el público y los artistas para crear experiencias que enriquezcan la vida de los ciudadanos y apoya el desarrollo de instituciones y proyectos culturales de gran impacto. Por ello, contribuimos de manera decidida a la celebración del Gran concierto virtual Batuta y a su transmisión a través de nuestra plataforma www.teatrodigital.org. Este novedoso formato permitirá apreciar el talento y la formación de los beneficiarios de esta admirable institución, que en esta ocasión contará con la participación de destacadas agrupaciones nacionales”, aseguró Ramiro Osorio, director general del Teatro Mayor.
Para lograr esta puesta en escena virtual, los docentes de música de Batuta, que suman más de 450 personas, han trabajado para definir un repertorio representativo del país. Así, a ritmo de bambucos, cumbias, currulaos, joropos, vallenatos, sanjuanitos, abozaos o pasillos, los niños y jóvenes de Batuta viajan por la geografía de Colombia, conectando generaciones y puntos cardinales con su canto, y llevando un mensaje de esperanza, paz y amor.
“Desde 1991, la Fundación Nacional Batuta ha trabajado con la convicción de que la música es una herramienta fundamental para transformar vidas. Esta entidad, que fue creada como una iniciativa del Gobierno nacional en asocio con la empresa privada, ha contribuido al mejoramiento de la calidad de vida de más de 500.000 niños, niñas, adolescentes y jóvenes colombianos, que se encuentran en situación de vulnerabilidad social o que han sido víctimas del conflicto armado, por medio de programas y estrategias de formación musical de alta calidad: esto es una verdadera transformación de la geografía social desde el arte”, dijo María Claudia Parias, presidenta de la Fundación Nacional Batuta.
En efecto, en sus casi 30 años de trayectoria, Batuta ha promovido la práctica musical colectiva, mediante coros, ensambles de iniciación musical y orquestas sinfónicas, en todo el territorio nacional, con el fin de ofrecerles a los niños, niñas y jóvenes una oportunidad para que accedan a la cultura como un derecho fundamental, así como un espacio de intercambio cultural que aporta a su desarrollo integral.