Ambalá, uno de los sectores más representativos de la Comuna Seis, referencia geográfica para todos los demás sectores de la zona; es ya un sector tradicional, fundado en la década de los 50 por Santiago Vila Escobar y Alicia Mejía, y cuyo nombre se deriva del de la hija del cacique. Lo que hoy se conoce como toda la zona de los barrios de Ambalá alguna vez fue una zona de fincas donde se cultivaba el café y la caña de azúcar.
Por esa época empezaron a llegar los primeros pobladores de lo que sería más adelante un populoso sector. Se trataba, en su mayoría de personas provenientes de otras zonas del Departamento, desplazados por la violencia. Los Vila donaron varios lotes al barrio, entre ellos el que hoy pertenece a la parroquia, el del colegio que lleva el nombre del fundador, y el del antiguo CAI del barrio, hoy inexistente.
Las manos de todas estas personas forjaron las primeras calles, viviendas y negocios del sector, en una época en la que para desplazarse hasta el centro, había que hacerlo en zorra o a pie. Con Santiago Vila como primer presidente de la Junta de Mejoras, se levantó este coloso de la zona norte de Ibagué.
Avanza el desarrollo
Ambalá se extiende desde la zona de la avenida que lleva su nombre, a la altura de la Unibagué, hasta la parte alta en el puente de San Antonio; y desde la calle 62 a la 68, con carrera 19, siendo uno de los actores más extensos y poblados de la zona. Gracias al avance del urbanismo, hoy es un barrio lleno de comercio y de edificios residenciales, al mejor estilo de sectores del centro de la Ciudad.
Gustavo Gómez es el presidente de Acuambalá desde junio de 2000, y reside en el sector hace casi 30 años. Gómez destaca que el desarrollo del sector en las últimas décadas ha sido importante, gracias a programas sociales como algunos desarrollados por la Universidad de Ibagué, a través de los cuales se generaron créditos para mejoras de viviendas; o el actual ‘Paz y Región’, donde estudiantes del alma máter realizan sus prácticas en empresas como el acueducto comunitario del sector.
“En infraestructura y acueducto también hemos avanzado, de la mano con la comunidad. Los socios del acueducto son los mismos de la Junta de Acción Comunal, es un trabajo coordinado. Además, los estudiantes del colegio Santiago Vila realizan labores en temas medioambientales”, explicó el líder del sector.
En manos de la comunidad
Acuambalá es uno de los acueductos comunitarios de mayor cobertura en la Ciudad, abasteciendo de agua potable a varios sectores de la Comuna Seis, con más de dos mil 800 usuarios registrados. “Cuando empezó el acueducto se fue logrando poco a poco el proceso de potabilización. Ahora tenemos una planta de tratamiento que funciona por gravedad, gracias a un proyecto que dejó la Universidad del Valle; con ayuda del Municipio y de la Gobernación, hasta completar todos los procesos”, relató Gómez.
En la actualidad el acueducto cuenta con una fuente complementaria, que permite que en la época de lluvias haya alternativas para no suspender el servicio. En la sede de Acuambalá también funciona el centro de reuniones de la JAC, ya que ambos procesos han ido de la mano.
Con los años, Ambalá se ha convertido en un sector dinámico y comercial, donde el avance de lo urbano se siente en la cantidad de edificios residenciales, negocios y presencia de establecimientos de marcas reconocidas. Lo único de lo que carece es de escenarios deportivos. Por otro lado, la comunidad espera el arreglo de algunas vías, de la red de alcantarillado y mayores controles en temas de seguridad.
- Malla vial
Las calles 64 y 67 están pendientes de parcheo, pero no se tiene programación. En la calle 61C es necesaria la ubicación de colectores de aguas lluvias. Algunas de las calles donde se necesita adecuación son paso obligado de busetas y todo tipo de vehículos.
- Seguridad
La comunidad cuenta con cámaras de seguridad y alarmas, por lo que han podido realizar cierta vigilancia en el sector. A pesar de ello, lo que genera preocupación en parte de los habitantes es que el cuadrante más cercano es el CAI La Gaviota, que está muy distante.
- Acuambalá
Desde hace varias décadas, la mayoría de los habitantes de Ambalá hacen uso de su propio acueducto comunitario, que según habitantes de la zona es bueno en calidad y a precios justos. El proyecto ya cuenta con una moderna planta de tratamiento y sus usuarios tienen la calidad de ‘socios’.
- Escenarios
A nivel educativo cuenta con la sede de la Universidad de Ibagué, el colegio Santiago Vila y la biblioteca Luz Stella Roa; la parroquia Nuestra Señora de Fátima es el sitio de congregación de los creyentes. La sede de Acuambalá, el lugar de actividad comunitaria. Pero no se cuenta con parques o sitios de actividad deportiva.
- Alcantarillado
Debido al paso del tiempo, el deterioro ha hecho lo suyo en buena parte de la red del sector. En vías como la 64 y la 67, la reposición es una necesidad. En época de invierno, la colmatación de colectores de aguas negras genera problemas en algunas vías.
- Conectividad
Rutas como la 1, la 20 y la 53 recorren los sectores de Ambalá y barrios vecinos. Sin embargo, gracias a su proximidad con la avenida del mismo nombre, otras rutas como la 11, la 22, la 31 o la 40 pueden ser de utilidad para llegar al sector. Por su localización, el barrio cuenta con varias vías de entrada y de salida.
- Actividad comunitaria
La sede de Acuambalá ha sido escenario para programas comunitarios de todo tipo; talleres del Sena, programas de tipo cultural como danzas y música. Actualmente, otro salón está en espera de ser abierto al público y cuenta con instrumentos musicales donados por la Alcaldía.
- Actividad comercial
La calle 64 es el epicentro comercial de Ambalá: supermercados como Justo y Bueno y D1, un corresponsal de Bancolombia, droguerías, negocios de mecánica, parqueaderos, ferreterías, droguerías, y la reconocida panadería La Holandesa. A lo largo y ancho del barrio hay todo tipo de negocios de comidas, tiendas y otros emprendimientos.
DATO
Teniendo en cuenta el censo de usuarios tanto de Acuambalá, como del Ibal en el sector, el cálculo aproximado de habitantes del barrio sería de cinco mil.
