IBAGUÉ. Al menos cinco minutos de terror vivieron tres integrantes de una familia que fueron intimidados por tres sujetos con armas de fuego, que aprovecharon que la puerta de la calle estaba abierta para entrar e intentar robar. La valentía de Santos Gutiérrez, su esposa y nieta, evitó que fueran robados. Infortunadamente uno de los ladrones disparó y alcanzó a Gutiérrez.
Eran las 10:00 de la mañana del sábado cuando Kelly Johanna Corrales realizaba un trabajo de psicología, una silla se cayó, y luego escuchó gritos: “Salí a mirar qué estaba pasando, vi la puerta cerrada y a tres tipos armados, dos con pistolas y uno con revólver. Mi abuelo estaba forcejeando con uno y mi abuela también. Uno de ellos estaba nervioso y me dijo que los separara para que les entregara la plata porque venían de parte de la guerrilla a cobrar una vacuna o si no los mataban al frente mío”.
Uno de los malhechores disparó, lo que fue aprovechado para salir corriendo. La ojiva terminó en la pierna derecha de Gutiérrez, quien se descompensó un poco porque estaba perdiendo mucha sangre: “La Policía llegó y se llevó a mi abuelo”, indicó Kelly.
El afectado llegó al Hospital Federico Lleras Acosta, sede La Francia, donde ayer estaba a la espera de un examen para saber si tenía que ser operado.
