IBAGUÉ. Una mujer arrolló con un automóvil a su pareja sentimental en un aparente estado de celos, al parecer llevando en el carro a su hijo de cuatro años.
“Lo elevó, casi lo mata, el casco fue lo que lo defendió”, declaró Miriam Azucena, madre de Carlos Alberto Hernández, un empleado de Mercacentro que -según la denunciante- fue atacado por su pareja cuando quiso escabullirse.
La agresora, identificada como Patricia Velandia, cometió el ataque en la calle 22 con 4a. Tamaná, en inmediaciones del barrio Hipódromo, a pocas cuadras de la casa donde vive la pareja.
La mujer habría atropellado al hombre de 40 años, después de estarlo espiando y verlo tratar de perderse disimuladamente.
“No guardó la moto y entonces empezó a ‘pistearlo’, después de que comió se le trató de escabullir, y cuando iba hacia la empresa otra vez, lo levantó”, narró la progenitora.
El atropello ocurrió el pasado martes alrededor de las 8:30 de la noche, luego de lo cual Carlos Alberto Hernández fue trasladado en una móvil de ‘Ambulancias Guabinal’ a la Clínica Asotrauma en el sector de Cádiz.
El expendedor de carne del Mercacentro sufrió escoriaciones en sus extremidades y contusiones en diferentes partes del cuerpo, por lo que fue incapacitado varios días y se recupera en su casa.
En el supermercado donde trabaja Carlos Alberto, compañeros manifestaron que Patricia Velandia ha ido a hacerle escándalos.
Según doña Mirian Azucena, la pareja lleva 10 años en unión libre, pero su hijo ya no convive con la agresora, aunque comparten el sitio de residencia. Afirma, que Patricia lo cela y Carlos Alberto la ha denunciado ya por hechos parecidos.
“Me resbalé”
Al ser consultado por Q’HUBO sobre la denuncia hecha por su madre, Carlos Alberto Hernández, se abstuvo de hacer mayores comentarios.
Dijo solamente que “había resbalado” cuando iba adelante del carro de su esposa, sin aclarar si se había tratado de un ataque o un accidente.
La agresora, quien se dedica a vender sandwiches, no pudo ser contactada en su residencia por Q’HUBO y se abstuvo de comunicarse al celular que le fue dejado para conocer su versión.