IBAGUÉ. Cada años cientos de tenderos de Ibagué esperan la llegada de la feria para festejar su día y así darse a conocer para mejorar sus venta. Ayer aprovecharon para sacar lo mejor de sus productos en el ‘Día del Tendero’, que se llevó a cabo en el Parque Deportivo.
Superación. La jornada no solamente ayuda a mejorar la actividad económica sino también a cambiar la vida de muchas personas. Así le ocurrió a Olga Lucía Méndez Ríos, quien hace casi tres años fue desplazada de Rovira, donde capacitaba a los campesinos con el manejo de la guadua.
Su padre tenía un amplio conocimiento trabajando con el cuero y le heredó su maquinaria para que siguiera el oficio. Sin embargo, tuvo que dejarlo todo atrás y empezar una nueva vida en Ibagué.
Ahora labora de manera artesanal el cuero y con ayuda de la Alcaldía de Ibagué, logró salir adelante con su familia.
Progreso. La celebración también permite que empresas ya constituidas incrementen su capital, como el caso de Luz Yaneth Caicedo, propietaria del Restaurante Boquerón, que lleva 56 años de atención. Afirmó que no se pierde la invitación que hace Fenalco porque siempre hay nuevas oportunidades para crecer comercialmente, y mucho más ahora que vende la lechona tolimense enlatada.
Innovación. El propósito del festejo es mejorar la economía de la Ciudad y por ello deben existir personas como Jorge Naranjo, quien maneja hace 12 años la empresa Ricas Carnes, en la que maneja productos que no dañan la salud de los ibaguereños.
El caleño inició su vida en la Capital Musical trabajando en salsamentarias, pero quiso innovar quitando los condimentos, preservantes y químicos de los embutidos.