NOTA ESPECIAL. Q’HUBO efectuó un recorrido por algunos de los principales municipios del Tolima para saber cómo viven la cuarentena sus habitantes, las restricciones que existen y las medidas adoptadas para el abastecimiento de productos y alimentos, así como las precauciones de la ciudadanía para evitar la propagación del Covid – 19.
El pasado 20 de marzo la gobernación del Tolima decretó el toque de queda, el cual se unió a la cuarentena nacional ordenada por el presidente de la República, Iván Duque. Esta medida inició el pasado 25 de marzo y se extenderá hasta el 13 de abril.
Melgar, ciudadanos no acatan medidas
El periodo de cuarentena en la ‘Ciudad de las Piscinas’ inició esta semana sin transporte intermunicipal, con precios altos de los alimentos, personas saliendo a las calles para abastecer sus neveras y otras tantas protestando frente a la Alcaldía para exigir apoyo económico.
A pesar de que las autoridades policiales han impartido algunos comparendos por el incumplimiento de la cuarentena, muchos melgarenses continúan desobedeciendo el decreto y se les ve por las calles sin ningún elemento de protección.
No obstante, otra gran cantidad de habitantes acató el confinamiento, pero durante el primer fin de semana de toque de queda a la ciudad llegaron cientos de personas para pasar el tiempo de cuarentena, situación que ha generado temor entre los melgarenses.
Debido a la emergencia sanitaria que se vive a nivel nacional, el alcalde de la población, Agustín Manrique, decretó el cierre de hoteles y de la Terminal de Transporte. Esta situación golpeó de frente a los comerciantes y empresarios, pues su principal fuente económica son las personas que visitan la ciudad.
En Chaparral, todos unidos en la emergencia
Habitantes de Chaparral con el objetivo de protegerse entre todos, han tomado las medidas sanitarias recomendadas para evitar la propagación del Covid – 19.
Los propietarios de supermercados han instalado puntos de desinfección en las entradas y solo pueden entrar cinco personas por turno a cada establecimiento comercial, y deben usar tapabocas al ingresar. Las panaderías, droguerías y carnicerías atienden a los ciudadanos por las ventanas o han decidido colocar las vitrinas en las puertas para evitar el ingreso a los locales pequeños. De igual manera, la plaza de mercado habilitó solo una puerta para entrar y otra para la salida con el propósito de evitar aglomeraciones al interior.
Las fronteras del municipio continúan cerradas y los campesinos sólo pueden movilizarse en carros y motos particulares para efectuar las compras necesarias. A pesar de estas medidas, el Gobernador del Tolima, Ricardo Orozco, aseguró que Chaparral ha sido uno de los puntos críticos del Departamento, pues los ciudadanos no han acatado las medidas decretadas.
Los precios siguen subiendo en EL Espinal
Centenares de habitantes de El Espinal, continúan quejándose por el alto costo de los productos de la canasta familiar, los cuales subieron de manera considerable desde el día que se decretó toque de queda en la ‘Ciudad de la Tambora”.
En los primeros cinco días de aislamiento, en la segunda ciudad más importante del Tolima se impusieron alrededor de 200 comparendos por incumplimiento de las normas decretadas por la Alcaldía municipal y el Gobierno departamental.
Cabe resaltar, que las vías de acceso a la ciudad están cerradas y la Alcaldía habilitó el coliseo de La Magdalena para refugiar a los habitantes de calle.
En Rovira, reinan las compras a domicilio
Q’HUBO habló con algunos residentes del municipio, quienes manifestaron que desde el pasado 17 de marzo los ciudadanos deben hacer sus compras a domicilio y solo pueden salir a las calles por una urgencia médica. La localidad se dividió en seis zonas rurales, cada sector tiene asignado un día para movilizarse al casco urbano. En cada vehículo se puede transportar el conductor y un acompañante. Ambos son los encargados de llevar los víveres a las veredas.
Aunque algunas personas aseguran que un 95 por ciento de la población está acatando las medidas. Cabe destacar, que el pasado martes la Alcaldía debió adoptar una estricta medida, cerrar el comercio durante dos horas por la cantidad de personas que salieron a las calles.
Durante los primeros días del toque de queda el precio de los alimentos subió de manera exagerada, pero debido a las múltiples denuncias la Alcaldía inició controles y aplica sanciones a los comerciantes que se aprovechen de la situación.
Un habitante consultado dijo que “debemos acatar las normas, nuestro alcalde es médico y sabe cómo protegernos a todos de esta pandemia”.
La ‘Despensa Agrícola’ sigue distribuyendo sus productos
Cajamarca, ubicado en uno de los principales corredores viales del país, por estos días de cuarentena se ha convertido en una localidad poco transitada. El flujo de vehículos por el corredor nacional ha disminuido de manera considerable. Propietarios de cafeterías, restaurantes y hoteles ubicados en la avenida principal cerraron sus puertas para protegerse del coronavirus.
Las obras del túnel de La Línea quedaron suspendidas y más de mil personas tuvieron que regresar a sus viviendas. Por ahora, en la carretera solo hay trabajadores de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para atender cualquier emergencia que se presente en el corredor vial.
Los campesinos del municipio sólo pueden sacar sus productos a la venta los martes, jueves, sábados y domingos. Estos mismos días pueden comprar el mercado y los productos necesarios para llevar a sus hogares. Debido a las restricciones, muchos han dejado de vender leche y están produciendo queso, un producto menos perecedero, que les facilita asegurar algunos ingresos económicos.