Q’Hubo realizó un recorrido por el sector de Cádiz, donde están ubicados muchos negocios y centros médicos de la Ciudad. Al caminar por sus calles, es posible observar el deterioro de gran parte de la malla vial de este barrio residencial y comercial, que entorpece el tránsito vehicular, genera mal aspecto e inclusive se convierte en un peligro para transeúntes.
Colección de troneras
La carrera Cuarta D, entre calles 32 y 33 exhibe algunos huecos que, teniendo en cuenta el alto flujo vehicular en la vía, dada la presencia de centros médicos como Asotrauma, no ayudan mucho a la movilidad en el sector. El estado de toda la calzada es regular.
Igual situación se registra en la calle 33, frente al laboratorio Idime y a la parroquia María Auxiliadora, donde la capa asfáltica presenta rupturas, hundimientos y al parecer fue rellenado con escombro y piedras, para amortiguar un poco los sobresaltos que sufren los vehículos al transitar por allí. Se trata de reductores de velocidad forzados.
En esa misma calle, el cuarteamiento frente a la entrada a otros centros y laboratorios médicos y algunos huecos ubicados a lo largo y ancho de la vía, termina de afear y de complicar el panorama. Sobre la calle 33 con Cuarta B, algunos trabajadores empezaban a realizar trabajos, por lo que tal vez se avizoren ciertas mejoras en el corto plazo en esta zona del sector.
Ninguna zona se salva
Pero, siguiendo la Cuarta B más abajo, frente a laboratorios como Promover y Analicemos, un hueco con bordes agrietados tuvo que ser señalizado, pues es de tamaño considerable y presenta colmatación de aguas negras, obstaculizando el tráfico que en esta vía es de doble sentido.
La zona donde están ubicados varios institutos de enseñanza en idiomas tampoco escapa del deterioro. Tal es el caso de la calle 35, abajo de la sede de la Registraduría, donde algunos cráteres se llenan de barro y piedras en días lluviosos y el estado general de la vía es agrietado. En la esquina de esta vía, se forma un charco de agua, al parecer de lluvia, que ya contiene algas.
También en la calle 38, detrás de la sede de Simatol, se observa una tapa abierta, llena de aguas negras y con exposición de cableados. Por esa misma vía, y siguiendo hacia la carrera Cuarta D, cráteres y hundimientos hacen las veces de reductores para los vehículos que van y vienen.
Fotos: Hélmer Parra- El Nuevo Día/Q’Hubo.
- Algunas de las calles más transitadas del sector son las que peor estado presentan.
- El tamaño de algunos cráteres entorpece la movilidad en varias vías.
- Sobre la 33 empezaron a adelantar algunos trabajos de adecuación.
- Casi ninguna calle de Cádiz se salva del deterioro.