Así es una escuela de  fútbol rural

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Leonardo Benavides es un boyacense aficionado al fútbol que llegó a vivir a la zona rural de Anzoátegui hace más de ocho años, tiempo durante el cual se ha dedicado a formar en este deporte a decenas de niños, niñas y adolescentes de la vereda El Hatillo, con los cuales ha participado en algunos torneos nacionales. 

Los entrenamientos 

Los niños, niñas y adolescentes de la vereda El Hatillo de Anzoátegui, aparte de estudiar y jugar, desde hace más de ocho años tienen la oportunidad de acudir a los entrenamientos que el profesor Leonardo Benavides ofrece los martes y jueves para futuros deportistas cuyas edades oscilan entre los cuatro y 18 años. 

Benavides es oriundo de Muzo, municipio conocido como la capital mundial de la esmeralda, se desempeñó como jugador de fútbol amateur durante gran parte de su vida y desempeña esta labor con los niños de Anzoátegui desde hace más de una década, cuando llegó a vivir al norte del Tolima. 

Antes de la pandemia alcanzó a tener hasta 100 alumnos, cifra que disminuyó con las medidas sanitarias, por lo que ahora solo cuenta con 40 niños que acuden todos los martes y jueves a la cancha de microfútbol de la vereda, ubicada en la institución educativa General Anzoátegui sede 02 Hatillo, donde los más pequeños entrenan desde las 3:00 p.m. hasta las 4:30 p.m. y los más grandes desde las 4:30 p.m. hasta las 6:00 p.m. 

Participación en torneos   

En más de 10 años de actividad con la escuela de fútbol rural, Leonardo Benavides y sus pequeños jugadores han participado en decenas de torneos y eventos a nivel regional y nacional, para lo cual han contado con el apoyo de la Administración Municipal de Anzoátegui en algunas ocasiones, mientras que en otras han recurrido a  diferentes actividades para recaudar fondos y poder costear los viajes. 

Uno de los últimos eventos en los que participaron fue el torneo de Las Américas que se llevó a cabo el pasado 19 de octubre en Santa Marta. En esa ocasión no tuvieron ayudas del gobierno, por lo que les tocó vender tamales, hacer bingos, rifas y hasta organizar un torneo de microfútbol interveredal para reunir los recursos necesarios para sufragar la inscripción, la alimentación y el hospedaje, mientras que los padres pagaron el transporte. 

A comienzos del 2023, tienen pensado participar en más eventos deportivos a los cuales planean llevar integrantes de otras categorías. Para lograrlo, ya están pensado en varias actividades para recaudar dinero pues el fogueo en estos torneos y las alianzas con otras escuelas, sumadas al entrenamiento y la disciplina de los deportistas de la vereda El Hatillo, les ha permitido tener a una de sus jugadoras integrando la selección Tolima de fútbol y a otro muchacho en las divisiones inferiores de un equipo profesional, y les permitirá que más niños y niñas puedan cumplir sus sueños.  

Algunos niños han conocido el mar gracias a los viajes que hacen para participar en torneos nacionales.

La cifra

$20 mil
Mensuales, el aporte que deben hacer los padres de cada niño para sostener la escuela de fútbol.

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