IBAGUÉ. A José Ricaurte Soriano el sábado en la noche le arrebataron su apoyo, su mano derecha en todo; pues su sobrino, quien se desempeñaba como vigilante fue asesinado con arma de fuego en la vereda Calambeo parte alta, en el momento en que iba hacia su casa.
Historia. Una ráfaga de disparos se escucharon en el camino a pocos metros de la finca donde reside el diputado Álvaro Ramírez. Era el aviso de un hecho de sangre y donde la víctima fue Fernando Barrero Zambrano. Un vigilante que por muchos años laboró con la empresa Coovicombeima y quien realizaba sus labores en el Centro Comercial Combeima, de la Tercera.
Un muchacho de la zona le preguntó a don José Ricaurte por su sobrino y él le respondió que hacía unos minutos se había ido de su casa, por lo que este le contó que Barrero Zambrano estaba sin vida tendido sobre la vía.
El tío fue hasta el sitio, cerca de la entrada de la finca San Germán y se encontró con una sorpresa catastrófica: su pariente ensangrentado y sin signos vitales.
“Él llegó del trabajo, estuvo en la casa por dos horas, le sirvieron la comida, comió y me reemplazó en la tienda mientras yo comía. Se despidió porque iba para donde los papás con los que vivía. Al momentico un muchacho me preguntó por Fernando, le dije por ahí va adelantico porque se acabó de ir, y me manifestó Fernando está muerto. Dijo que no encontró a nadie, que vio a una pareja en moto, pero como los señores del alumbrado público nos tienen en lo oscuro desde hace como un mes, no se vio nada”, señaló Soriano.
Hacía 38 años Fernando Barrero Zambrano llegó a esta zona rural de Ibagué y todos los días tomaba ese camino hasta llegar a su residencia, pero en esta ocasión fue interceptado de espaldas por sujetos que al parecer, pronunciaron su nombre, pues el cuerpo quedó en dirección contraria, como si lo hubieran llamado y dado la vuelta.
Ayer en la escena del crimen aún quedaban huellas del hecho como manchas de sangre, la cinta amarilla que usaron los agentes de criminalística de la Sijín Metib y un disparo en un poste de energía cerca de donde murió el guarda de seguridad.
Levantamiento. Sobre las 11:00 de la noche terminaron los investigadores de realizar el levantamiento del cadáver y de tomar todo el material probatorio que les permitirá establecer qué sucedió y las razones por las que acabaron con la humanidad del vigilante.
Cabe resaltar que los vecinos llamaron a la Policía para informar lo sucedido, por lo que un cuadrante arribó a la zona y la acordonó para hacer los actos urgentes. El cuerpo de Barrero Zambrano fue llevado a las instalaciones de Medicina Legal de la capital Musical donde los forenses le hicieron la necropsia.
Reporte. De acuerdo con la Policía Metropolitana, el cuadrante Tres del CAI Guabinal fue el primero en llegar al sitio, donde vieron el cadáver con dos disparos en la cabeza y en el abdomen con orificio de entrada y salida, sin embargo, los familiares de la víctima fatal refirieron que fueron cinco impactos los que le provocaron el deceso a su ser querido.
Razones. Entre la familia del occiso sólo hay dolor y un ‘mar de preguntas’ pues no saben por qué lo asesinaron “si él era buen muchacho, no tenía problemas, no tomaba, no jugaba, no peleaba con nadie, era muy sano”, por lo que esperan que las autoridades resuelvan pronto el caso. Además, manifestaron que “no fue por robarlo porque él tenía el reloj, la cadena, el celular, los papeles, tenía todo”.
Víctima. Desde muy pequeño Fernando Barrero Zambrano vivía en la finca El Mirador, ubicada a 700 metros de donde fue ultimado. Era separado, pero de cuya relación sentimental quedaron cuatro hijos, una de ellas está en Alemania y una vez conoció la fatal noticia inició los trámites para viajar y despedir a su padre.
