IBAGUÉ. La celebración de la Navidad para dos familias se empañó debido a una riña en la comuna Nueve de Ibagué. Hoy un hogar llora la partida de uno de sus integrantes al que de cariño le decían ‘Pocholo’ o ‘Pocholito’.
Historia. Al parecer, la pelea ajena entre dos familias ‘condujo’ a William Andrés Vanegas Albarrán hacia la muerte.
El caso es investigado por la Policía Metropolitana, pues dos amigos del occiso también resultaron heridos con un arma cortopunzante a manos de un hombre.
El domingo caía la noche en el barrio Bello Horizonte donde en la manzana B casa 66 departía un grupo de personas, todos integrantes de una misma familia tras festejar la llegada del Niño Dios.
Sin embargo, presuntamente tres personas llegaron a la vivienda a buscar pelea con los que estaban allí, lo cual terminó en una gresca que se extendió a toda la cuadra y que alarmó a los vecinos pues un hombre conocido con el alias de ‘Pollo Gigante’ no se aguantó la situación y sacó un arma blanca con la que habría lesionado a los del ‘bando’ contrario.
Las víctimas fueron trasladadas a la Clínica Nuestra en la calle 60, por el barrio Varsovia, pero minutos después luego de que los médicos lucharon por la vida de ‘Pocholo’, informaron que había partido de este mundo, mientras que los otros dos permanecían bajo observación por parte de los profesionales de la salud.
Pelea cazada. Los investigadores de la Sijín Metib arribaron al sitio para indagar por lo sucedido y así esclarecer los hechos.
Al parecer la riña se produjo por un problema entre las familias Rojas Castro y Padilla, que viven entre los barrios Bello Horizonte y Santa Rita.
Según testigos, los enfrentamientos venían desde hacía un año y frecuentemente había peleas y amenazas porque supuestamente los Castro dañaron una motocicleta que era propiedad de los Padilla.
Heridos. En el centro asistencial fueron atendidos Breiner Alejandro y Gustavo Adolfo Padilla, lesionados al parecer por ‘Pollo Gigante’.
Asonada. Debido a los hechos, miembros de uno de los hogares quisieron tomar la justicia por sus propias manos y llegaron a la casa contraria, por lo que varias patrullas de la Policía acudieron al sitio y evitaron que la tragedia fuera aún mayor.
Ayer la vivienda era custodiada por una patrulla de la Metropolitana.
Además, las dos familias tienen integrantes que pertenecen a la Policía Nacional.