REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
El ambiente de fiesta y folclor se vive en la capital musical y no es para menos, pues luego de dos años sin celebrarse de manera presencial las tradicionales actividades en marco del San Juan y San Pedro regresa la programación del Festival Folclórico Colombiano en su versión número 48 cargado de diferentes eventos que resaltan la cultura del Tolima.
Dos de las atracciones más importantes son el Desfile del San Juan y el Gran Desfile Nacional e Internacional del Folclor que retornarán por la carrera Quinta tras iniciar el recorrido desde el Hotel Casa Morales hasta la calle 42, y es aquí donde las danzas folclóricas, los mitos, las leyendas, platos típicos, la belleza de las reinas, instrumentos y comparsas se mezclarán con las carrozas que están en proceso de elaboración y en las que los artistas le rendirán un homenaje a la Ibagué cultural y musical. Los ibaguereños podrán apreciar figuras y personajes de la tierra pijao a gran escala llenas de color, historia y folclor.
Resurgió de las cenizas
Martha Lucía Arbelález es una de las artistas que se encargará de embellecer el recorrido del desfile del folclor. Desde enero viene trabajando para que propios y visitantes se lleven una buena imagen sobre la diversidad cultural de la Ciudad.
Desde hace 12 años elabora las carrozas, sin embargo, en el 2016 tuvo una mala experiencia que la llevó a pensar retirarse luego de que sus dos bodegas ubicadas en Chapetón fueron quemadas con todas las figuras que había elaborado para el tradicional desfile de ese año.
“No quedaron ni cenizas, le echaron gasolina donde estaban las figuras y todo el material, solo quedó el hierro porque todo tiene estructura de hierro, dije no quiero nada de esto, pero la Corporación me dijo que tenía que hacerle las carrozas, faltaban 20 días para el desfile, ese tema me animó, fue un reto y no tuve tiempo de deprimirme”, recordó la artista ibaguereña que desde principio de año viene elaborando estructuras con diseños de elementos típicos, mitos como el Mohán, la Madre de agua y Madremonte, que se complementa con otras figuras como pájaros, mariposas, culebras, ranas y otros animales, dándole una ambientación de acuerdo a la temática.
Con ella trabajan varias personas como pintores, madres de cabeza de familia y jóvenes artistas, quienes están al tanto de los detalles para que los días de los desfiles disfruten del arte.
“Todo el mundo está que se rumbea, la gente está desaforada, todos hablan de las fiestas, veo toda la ciudad muy animada, además que las fiestas mueven mucho dinero para el pueblo porque somos muchas personas que ganamos dinero con esto, no es solo la carroza es mucha gente que se beneficia económicamente”, dijo Arbeláez.
La elaboración
En el gobierno de Jesús María ‘Chucho’ Botero, Martha tuvo la oportunidad de aprender de grandes artistas y profesionales. “Él trajo unos maestros de Pasto para que dictaran una capacitación a 25 personas y dije esta es mi oportunidad, quiero aprender y hacer carrozas, aprendí el proceso y el montaje. Me involucré en el tema, ese año me dieron una carroza y fue la más linda, entonces me animé y desde ese entonces vengo haciendo las carrozas”, aseguró.
Martha Lucía se encarga de hacer los diseños y el resto de su equipo de trabajo le complementa para tener un resultado que deja a todo el mundo boquiabierto.
“Trabajamos el icopor reciclable de los edificios, antes a los edificios les hacían unas estructuras de guadua para las planchas ahora usan icopor, y cuando lo desmontan yo lo convierto en arte, salen las figuras lindas que hacemos. Los diseños los hago yo, voy dirigiendo a los muchachos, lo tallan y le dan forma a las figuras, las mujeres madres cabeza de familia los empapelan, esto se seca y luego se les aplica un producto para impermeabilizar, se blanquea con pintura blanca y los pintores le dan el último toque con los colores”, explicó Arbeláez. Para esta ocasión algunas de las carrozas tendrán temáticas relacionadas con el café y tras la obtención del título para Ibagué como Ciudad Creativa de la Unesco en la categoría Música, esto será exaltado. También habrá figuras que representarán los carnavales y festivales del país. Además, implementará una nueva técnica con resina donde las imágenes se verán más reales.
Un negocio familiar
Luis Joaquín Sánchez, es un comerciante tolimense que vio en las figuras a gran escala una oportunidad de emprender junto a su esposa e hijas decidieron montar un negocio familiar donde el folclor, la tradición y los elementos típicos del Tolima son los protagonistas.
“Mi esposa hace los trajes del folclor, tenemos una fábrica de trajes típicos y de acuerdo a las necesidades de los colegios y el comercio nos fuimos vinculando”.
Tiene un taller en la calle 25 con carrera Cuarta donde hay figuras típicas de diferentes regiones a gran escala y del medio ambiente, que son solicitadas por el comercio para decorar con elementos folclóricos.
“Traemos las mejores figuras ganadoras de las carrozas del Carnaval de Blancos y Negros de Pasto, con colores imponentes, tienen una línea diferente y diseños diferentes. Tenemos figuras que se dejan en centros comerciales o empresas. Usamos telas, plásticos, enjambres, hierro y otros elementos, también empleamos el reciclaje. Regularmente dos meses podemos demorarnos con la elaboración de las esculturas”, refirió Sánchez.
Mientras en el taller se dedican a restaurar y elaborar las figuras, su esposa permanece en el otro taller cosiendo trajes típicos.
Para Nancy Ramírez Sánchez, esposa de Luis Joaquín, este San Juan es una locura. Lleva más de 25 años confeccionando trajes típicos de todas las regiones, pero este año ve con asombro y alegría que los ciudadanos están contagiados del folclor. Le contó a Q’hubo que desde abril hay personas alquilan los trajes que ella hace: “La gente está separando los trajes, vienen de Piedras, Chaparral, Cajamarca, entre otros lugares. Los hago personalizados. Este año el del Tolima ha sido muy solicitado, al igual que el del san juanero huilense”, explicó la modista.
En su taller pueden encontrar trajes desde 150 mil pesos hasta 700 mil pesos, también hay para grandes y chicos.
Ramírez con dedicación confecciona los trajes. El trabajo lo empezó gracias a que a su hija Valentina le pedían bastantes trajes en el colegio: “Todos los hacía, alcancé a recolectar más de 15. Mis amigas me decían tan bonito, quién los hizo, me los pedían prestados y yo accedía, duraban hasta cinco u ocho días con ellos, algunas me lo devolvían sucios y rotos, otras ni lo entregaban, entonces pensé, debo cobrar porque mi trabajo vale y son bonitos, Dios me ha dorado con un talento”, señaló Nancy Ramírez Sánchez. A la par, una de sus hijas elabora los tocados para los peinados con material reciclable, proyecto que lleva a cabo Multicentro y que involucra a madres cabeza de familia y otras condiciones.