Anthony tomó el testigo de Ximena

El 5 de agosto de 1992, Ximena Restrepo consiguió la que era hasta ayer la única medalla de Colombia en una prueba de velocidad en los Juegos Olímpicos: bronce en los 400 metros en Barcelona. 

Pero exactamente el día que se cumplieron 29 años de esa gesta, Anthony Zambrano tomó el testigo con la presea plateada en la misma modalidad en Tokio.

Como una gacela, el atleta de 23 años cruzó la meta en 44.08 segundos, solo por detrás del bahamense Steven Gardiner, con quien repitió el podio de las posiciones del Mundial de Doha hace dos años.

Ese tiempo le permitió además superar su plusmarca de 44.15 con la que había obtenido su clasificación a los Juegos Olímpicos, los segundos que disputa tras haber competido en los 4×400 metros de Río-2016

El deportista nacido en Maicao, La Guajira, una población ubicada a apenas unos kilómetros de la frontera con Venezuela, se forjó en Barranquilla y pulió su plata en Quito, donde desde hace varios años se prepara bajo la conducción del entrenador cubano Nelson Gutiérrez.

El 2019 fue el año de su gran irrupción: oro en los Juegos Panamericanos de Lima y plata en el Mundial de Doha, una esperanza sorpresiva para Colombia, que no tenía en el radar a un deportista que, hasta ese momento, había pasado desapercibido.

Enorme actitud

Desde su regreso de Doha en octubre de 2019, cuando fue recibido por más de medio centenar de periodistas en Bogotá, Zambrano fue claro: «Se los digo hoy: vamos a ser medallistas olímpicos (en relevos) y nos vamos a traer una medalla de Tokio, vamos a mejorar».

Y no era para menos, pues su arrolladora personalidad fue la que le permitió entonces lidiar con la presión y con el reconocimiento, que como confesó, lo hizo sentir como una estrella de la magnitud de Caterine Ibargüen, campeona olímpica del salto triple en Río-2016.

Esa misma actitud fue la que mostró ayer en el partidor donde se presentó, como suele hacerlo, con una cadena colgada en el cuello y unos aretes dorados en los que se ve el «400».

Esto también le permitió escalar cuatro posiciones en los 100 metros finales para derrotar a sus rivales y quedarse con la plata.

Y ello fue además lo que le ayudó a disimular una molestia que, según confesó a Caracol Sports, estuvo a punto de sacarlo de Tokio-2020, algo que desde la grada nunca se notó.

«Este año fue lo peor para mí, pensé en dejar los Juegos a un lado por las lesiones. La gente dice que Zambrano está bien pero, antes de la clasificación tenía un dolor en el cuádriceps muy fuerte. Mi entrenador me dijo ‘salga a correr’ y salí a darle una alegría a mi país ya que llevamos pocas medallas», expresó tras ganar su histórica presea.

Así fue como Zambrano logró igualar y superar la gesta de Ximena Restrepo, quien esta semana mostró su confianza en que el deportista de 23 años iba a hacer historia. Y no falló.

Datos

Zambrano trabajó como bicitaxista y también le ayudaba a su mamá a moler el maíz para hacer los fritos que vendían para subsistir.

Anthony abandonó Maicao desde niño junto con su madre, Miladis Zambrano, luego de la muerte de su padre, quien fue víctima de la violencia.

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