En la maleta deportiva que cargan en Ibagué los esposos argentinos Juan Cruz Araldi y Rocío Berbel, además de la implementación de patinaje, con la cual afrontarán los Mundiales de la especialidad a partir de este fin de semana en el Parque Deportivo, llevan pañales, pañitos, talcos y todo lo que requiere su bebé.
Tuvieron que adaptar el espacio en el equipaje para tener a mano todos estos elementos, y también ajustaron su cronograma de actividades, ya que a los dos los une fuertemente el amor por su pequeña Emma (10 meses), y patinar.
Dejar a la ‘nena’ en Buenos Aires bajo el cuidado de un familiar, o tener que quedarse alguno con ella y perderse la cita orbital nunca fueron opciones. Por tal motivo, los tres están en la ‘Ciudad Musical’, confiando en que sea una experiencia gratamente inolvidable.
Y hasta el momento les ha ido muy bien, gracias al respaldo de sus compañeros y entrenadores en la selección ‘Albiceleste’, quienes no dudan ni un segundo en darles una mano para estar pendientes de la que consideran, la “mascotita” del equipo.
“Para nosotros esto es un sueño. Cuando nació Emma, no sabíamos qué nos depararía el futuro en nuestro deporte, pero gracias a Dios todo se ha dado para poder estar acá en Ibagué, junto con ella, y listos para darlo todo en los Mundiales”, sostuvo Araldi, campeón orbital en China (2016).
Por su parte, Berbel manifestó que “estoy tratando de tomar todas las responsabilidades de la mejor manera. Creo que algo así no se repetirá en la vida, entonces quiero disfrutar de esto al máximo”.
Ambiente familiar
La cumbia villera, las bromas, las sonrisas y el compañerismo son aspectos que sobresalen en la Selección Argentina, cuyo objetivo será culminar entre los 10 mejores países de los Mundiales que iniciarán este fin de semana en la capital tolimense.
“Este es un grupo particular, porque se han combinado muy bien deportistas con amplio recorrido, como nosotros, y chicos que vienen muy bien, cuya energía es impresionante. Eso hace que se disfrute al máximo estar en un evento tan importante como este”, refirió Juan.
Rocío indicó que cuando ellos saltan al patinódromo, “nuestra entrenadora, Rosana Sastre, se queda con Emma. Así nos podemos concentrar por completo en la competencia. Igual, ella se la pasa bien, nos observa, se ríe con los otros chicos. Es bonito poder sentir que este grupo es una especie de familia alterna para nuestra hija”.
Precisamente, la ‘profe’ Sastre sostuvo que “nosotros intentamos dar lo mejor por nuestros patinadores, y eso incluye en este caso ofrecer una asistencia por alguien tan especial como Emma. Me siento orgullosa de este grupo, de esta familia”.
