Hace exactamente seis meses que la OMS calificó el nuevo coronavirus de pandemia y América Latina y el Caribe es la región del mundo que paga el precio más alto en esta crisis sanitaria, con más de ocho millones de contagios y casi 304.000 fallecidos.
Son cifras a partir de datos oficiales que serán, con certeza, menores que las reales, debido a la imposibilidad de realizar todos los diagnósticos necesarios y llevar a cabo una contabilidad exhaustiva en ciertas zonas.
Dentro de América Latina, Brasil es el país más afectado, con 4,2 millones de contagios y casi 130.000 muertos, unas cifras solo superadas en el mundo por Estados Unidos.
En términos proporcionales, Perú, con más de 702.000 casos y 30.000 muertos, es el país más enlutado del mundo ya que registra 92 decesos por cada 100.000 habitantes.
En otros países de la región, los datos son también desoladores, como en México, con 69.095 fallecidos y 647.507 casos, o Colombia, con 686.851 contagios y 22.053 muertos.
América Latina experimentó un fuerte incremento de casos y muertos a partir de junio, hasta convertirse hoy en la región del mundo más afectada.
Pese a las cifras, hay países como Guatemala, que deciden dar un paso al frente. El país centroamericano anunció que reabrirá todas sus fronteras la próxima semana, pese a que el 59% de los municipios guatemaltecos está actualmente en alerta máxima.
Quienes entren al país tendrán que presentar un certificado de estar libre del virus. Guatemala, con una población de 17 millones de habitantes, suma 80.306 casos positivos y 2.918 muertos.
Seis meses y 906.000 vidas
En todo el mundo, la pandemia del nuevo coronavirus se ha cobrado al menos 906.751 vidas y se han registrado 28 millones de infecciones desde diciembre de 2019.
En lugares donde parecía que lo peor de la crisis había pasado, se registran preocupantes rebrotes. En Asia, por ejemplo, hay unos 80.000 nuevos casos declarados diariamente, especialmente en India.
En España, donde se superó el lunes el medio millón de infecciones, las autoridades decretaron a partir de este viernes el acordonamiento de una zona de la turística ciudad de Palma de Mallorca, en las islas Baleares, en la que viven más de 20.000 personas, debido al alto número de casos registrados.
Los residentes en estos barrios no podrán celebrar reuniones de más de cinco personas y solo podrán salir de la zona perimetrada para ir a trabajar, a la escuela o al médico entre las excepciones.
En Francia, donde se están haciendo muchos tests de diagnóstico, las autoridades contabilizaron 9.843 nuevos casos en 24 horas el jueves, un récord desde que brotó la epidemia.
El gobierno francés va a verse «obligado a tomar algunas decisiones difíciles» en «los ocho o diez días» venideros, previó Jean-François Delfraissy, el presidente del Consejo científico que asesora a las autoridades.
El virus en campaña
En Estados Unidos, el virus es uno de los protagonistas de la campaña para las presidenciales de noviembre.
El presidente Donald Trump aseguró el jueves que nunca mintió a los ciudadanos, después de que se publicaran extractos del libro del periodista Bob Woodward, basado en entrevistas con el jefe de Estado, en los que se afirma que el mandatario era consciente del peligro que representaba esta enfermedad pero prefirió «minimizarla» ante las cámaras.
«No hay mentiras (…) No voy a pasar el tiempo gritando: ‘¡un muerto! ¡Muertos’!», dijo el mandatario.
Hasta el momento, el covid-19 mató a más de 190.000 personas en Estados Unidos, el país con más muertos por la enfermedad del mundo.
Más solidaridad
Mientras los mejores laboratorios buscan una vacuna eficaz que proteja al mundo, la OMS advirtió de que el fin de esta pandemia «no llegará rápidamente». La organización de la ONU no cree que pueda haber una vacunación generalizada antes de mediados de 2021.
«Todos los ciudadanos del planeta están cansados y nos gustaría que este virus ya no estuviera entre nosotros (…) Pero podemos prometer sólo lo que es humanamente posible (…) El fin de esta pandemia no llegará rápidamente», admitió Michael Ryan, director de urgencias sanitarias de la organización.
En este momento, la OMS contabiliza unas 35 vacunas potenciales en todo el mundo de las que nueve están en fase final o fase 3 o a punto de entrar en ella. Esto implica probar la posible vacuna en miles de voluntarios.
Por su parte, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó la «falta de solidaridad». «Nos hace falta un liderazgo mundial, sobre todo por parte de las grandes potencias. Sólo así podremos vencer al virus», insistió.
Los muertos por coronavirus tienen nombre y apellido, pero aún hay lugares en el mundo donde la pandemia se pone en duda. En Kosovo por ejemplo, donde los hospitales están desbordados y se registra una de las tasas de infección más altas de Europa, hay ciudadanos que creen que el coronavirus no existe.
Un sondeo reciente demuestra que un tercio de la población kosovar no cree en el coronavirus, lo cual obligó a las autoridades a difundir imágenes de enfermos en unidades de cuidados intensivos para convencer a los incrédulos.
«¿Cómo puede alguien creer esa mentira, que el coronavirus no existe?», dijo un anciano enfermo, exhausto, ante las cámaras de la televisión local.