Durante la audiencia de continuación del juicio oral contra el actual alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado Barrera, por el conocido caso de los ‘piques ilegales’, se conocieron las amenazas de muerte que habría recibido uno de los testigos.
Refirió la Fiscalía, que Alexander Hernández, testigo del ente acusador, ha recibido llamadas intimidatorias y añadió que hace unos días en el barrio Cádiz, de Ibagué, fue abordado por sujetos que con arma de fuego en mano se le acercaron y lo amenazaron.
La intimidación
Los sujetos le dijeron: “Si se pone de sapo a decir más de lo que es, se atendrá a las consecuencias y se va en aquel vehículo”. El testigo afirmó que el único inconveniente que ha tenido es por cuenta del proceso contra el hoy alcalde por los ‘piques ilegales’. La delegada del ente acusador aseguró que habló con el director de protección de la Fiscalía y activó la medida de protección.
El Juez Segundo Penal del Circuito, quien también denunció amenazas contra su vida por este proceso, envió el expediente al Tribunal Superior del Tolima para que analice de nuevo si se puede hacer un cambio de radicación del caso a otro distrito judicial, solicitud que la Corte ha negado en dos ocasiones.
La Fiscalía enfatizó que las evidencias son fuertes así se lleven a otro distrito y recordó que el proceso prescribe en octubre de este año, pero por diferentes situaciones no se ha podido avanzar.
Sin abogado
Al inicio de la diligencia judicial el abogado Ricardo Ramírez Arango, quien fue designado por la Defensoría Pública si no se presentaba el abogado de confianza de Hurtado, indicó que se declaraba impedido debido a que durante el mismo proceso actuó como defensor suplente de Humberto Escobar, conocido como ‘Titi’, a cuya representación renunció Hurtado Barrera.
El Juez le concedió al Alcalde tres días para comunicar quién es su abogado de confianza. De no hacerlo, se solicitará de nuevo uno a la Defensoría Pública cuya coordinadora refirió que desconocía que Ramírez Arango estaba impedido.
Tome nota
El togado señalará tres días en agosto para agotar las declaraciones de los testigos.