La emergencia vivida en Ibagué la semana anterior por cuenta del río Combeima, agudizó la problemática de la falta de agua en los hogares. Aunque han pasado siete días desde la creciente, son muchas las familias que aseguran que el servicio llega de manera intermitente. En la queja coinciden residentes de los barrios Ricaurte, El Carmen, Las Américas, Santa Ana, Comfenalco, Montecarlo, Alameda, vereda Aparco, Jardín Atolsure, Nueva Castilla, Protecho, Praderas de Santa Rita y Arboleda del Campestre, entre otros.
En Arboleda del Campestre, la falta del líquido vital llegó a tal punto, que en algunos conjuntos, la administración se ha visto obligada a permitir que las familias saquen agua de las piscinas para suplir sus necesidades.
Agua de la piscina
“Volvimos a lo de hace un mes. No tenemos agua, por Dios y qué difícil es vivir así. El martes, la Administración avisó que podíamos sacar agua de la piscina para lavar la loza, hacer aseo, para el baño o para lo que nosotros consideráramos pertinente”, indicó María Castilo, residente del conjunto Almendros, de Arboleda del Campestre.
En el más reciente reporte de la Empresa, Miguel Rozo, operario de bocatoma, señaló que debido a las fuertes lluvias registradas en la madrugada de este miércoles 29 de septiembre, personal operativo de la bocatoma Combeima, retomó los trabajos de remoción del material de arrastre que dejó la creciente de quebradas como Las Perlas, El Guamal, La Plata, entre otras.
Sigue turbia
“En la noche anterior vimos cómo comenzaron a crecer las quebradas en la parte alta del Cañón, lo que provocó que la estructura que teníamos para encausar el agua se perdiera y trajera consigo rocas y demás elementos”, explicó .
Agregó que ayer en la mañana, el equipo técnico con maquinaria retomó la limpieza del caudal con el fin de lograr captar el agua necesaria para enviar a la planta de tratamiento y distribuirla en los hogares ibaguereños.
“A esta hora ( 4 de la tarde de ayer) estamos captando mil 400 litros por unidad, ya que nos mantenemos con una turbiedad entre mil 500 y dos mil unidades. Esperamos que las condiciones mejoren para restablecer el servicio de acueducto en la ciudad”, precisó.
Al cierre de esta edición, varios carrotanques del Ibal recorrían sectores como Arboleda del Campestre entregando agua. No obstante, en opinión de los usuarios, los carrotanques no dan abasto para tanto pueblo.
“El agua se va por horas o días y lo curioso es que la factura siempre llega puntual y siempre aumenta. Nunca llega un valor inferior a la anterior”, expresó André Rodríguez, residente en el barrio Arado parte alta. De acuerdo con su testimonio, en este sector, “todos los días, así llueva o haga sol, quitan el servicio”.