La pandemia del coronavirus continúa cambiando los hábitos de centenares de personas e incluso entidades, que para poder operar de nuevo, han tenido que adaptarse a normas de bioseguridad. El turno esta vez será para la Iglesia católica.
El alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, anunció algunas de las medidas que deberán cumplir las iglesias, que de acuerdo al Gobierno Nacional, podrían abrir las puertas en julio, eso sí, cada una deberá tener aprobado un protocolo de bioseguridad.
Según Hurtado, el aforo de los feligreses será controlado y durante la ceremonia religiosa, todos deberán permanecer sentados con una distancia mínima de dos metros.
Además, en la puerta, una persona deberá tomarle la temperatura a cada asistente, deberán instalar lavamanos, gel antibacterial y el uso del tapabocas será obligatorio para el ingreso.
Protocolos
Uno de los cambios más significativos, es que los cantos serán cortos, estará prohibido dar abrazos y el tradicional saludo de la paz. La comunión no se recibirá en la boca, será entregada en la mano y los encuentros religiosos no podrán durar más de 30 minutos, la mitad del tiempo promedio que tarda una eucaristía.
Asimismo, tendrá que haber mínimo una hora entre ceremonias, tiempo durante el cual deberá desinfectarse cada templo o recinto.
También restaurantes
“Ya no estamos hablando de aislamiento social sino de distanciamiento físico, es decir que se puedan reunir las personas guardando las distancias. En este sentido enviamos un proyecto de decreto al Gobierno Nacional para poder abrir de nuevo restaurantes e iglesias”, añadió el Mandatario local.
Catedral del Espinal
Es de recordar, que el pasado 1 de junio, el alcalde del Espinal, Juan Carlos Tamayo, permitió la reapertura de la Catedral Nuestra Señora del Rosario, bajo estrictos protocolos de seguridad. Aunque en el municipio supera los 200 pacientes con Covid – 19, el templo impulsó una prueba piloto ejemplo a nivel nacional.