IBAGUÉ. Como poseído por el demonio, Wilson Rodríguez Quiceno, de 44 años y conductor de busetas, recogió en el patio de la casa una vara de guadua y comenzó a agredir a su hermanastra Lina Marcela Gutiérrez, quien recibió una incapacidad médica de seis días.
El hecho ocurrió en la vivienda ubicada en la carrera 3a Sur No 37-11, donde la mamá del agresor convive con el papá de la víctima, y la violenta discusión se inició cuando estaban viendo televisión y un niño apagó el receptor.
De las palabras el hombre pasó en pocos segundos a los golpes y le causó lesiones en el rostro y la espalda a la víctima, quien en la reacción se defendió como pudo con un palo de escoba que tenía cerca.
El energúmeno conductor no frenó su ímpetu violento, sino amenazó a su hermanastra con matarla, le sacó la ropa a la calle y le roció aceite para quemarla.
Posteriormente, policiales que se encontraban en las Ferias parte baja se trasladaron a la escena, a una cuadra de donde estaban, y comprobaron el incidente de violencia doméstica al observar a las dos personas agrediéndose verbalmente, incluso en frente suyo.
Ambos fueron detenidos, pero luego la señora Ana Quiceno dijo haber sido testigo y aseguró que su hijo fue el que agredió primero, por lo que su hijastra fue soltada.
La Fiscal 44 Seccional informó que el chofer es violento y la víctima ya lo había demandado por agredirla, siendo imputado esta vez del delito de violencia intrafamiliar, sin aceptación de cargos por parte del capturado.
Debido al peligro que representa para su hermanastra, la Fiscalía pidió asegurar a Wilson Rodríguez Quiceno y el Juez Octavo de Garantías no sustituyó la medida por la detención domiciliaria como lo pidió la defensa
En la decisión del Juez fue determinante la falta de arraigo, pues el procesado no suministró otra dirección distinta a donde sucedieron los violentos hechos, y al final fue enviado a la cárcel de Picaleña para su reclusión preventiva.
