REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Secundino Torres Borda es un adulto mayor que reside en el barrio Augusto E. Medina, quien emigró en su infancia de su natal Boyacá y esperó más de siete décadas para reencontrarse con un familiar. Su hija, Silvia Liliana Torres, inició hace seis años una búsqueda en las redes sociales que pudiera conducir al encuentro con alguno de sus parientes paternos, hasta que hace un mes finalmente sus publicaciones sirvieron para poner en contacto a don Secundino con una de sus hermanas.
Todo un milagro
Don Secundino nació en Boyacá, municipio del departamento homónimo. A los nueve años de edad, huyó de su casa debido a conflictos familiares: su padre falleció y recibió maltrato por parte de la nueva pareja de su madre. Anduvo de lugar en lugar. Recorrió diferentes zonas del Tolima y del Eje Cafetero. Poco a poco, fue perdiendo contacto con su familia, hasta que inició la violencia bipartidista que provocó muchos desplazamientos forzados y terminó por separarlo por completo de ellos.
Sin rastro de su madre o sus hermanos, Secundino se dedicó a las labores del campo durante toda su vida, sin un domicilio fijo. Hace unos 22 años se estableció en Ibagué, en compañía de sus hijos, pero le perseguía la incertidumbre sobre el paradero y la suerte que habría corrido su familia.
“El 30 de agosto de 2015 puse en redes sociales un vídeo de mi papá buscando a la familia. A veces mis hermanos lo compartían, pero después de tantos años pensé que a mi papá ya no lo encontraría nadie. Hace aproximadamente un mes, el video dio fruto. Por milagro de Dios, una hermana de él, llamada Dioselina nos contactó. Una nieta de ella puso los apellidos de su abuela en redes sociales, y así encontraron el video”, relató Silvia.
La espera terminó
El video al que hace referencia Silvia muestra a su padre sentado en una de las bancas de la Plaza de Bolívar hablando de su familia: sus padres Ángel Torres y Santana Borda, sus hermanos Antonio, Teresa, Rita y Diocelina, la última de la que se acordó, pese a tener 11 en total, y quien encontró el video años después.
El pasado 5 de diciembre, Silvia estaba trabajando cuando a su celular empezaron a llegar mensajes, avisándole de la aparición de su tía Diocelina, quien vive en Chía. Recibió fotos, una partida de bautismo y un vídeo que comprobaban el vínculo. En el vídeo doña Diocelina contó que de pequeña fue entregada a una señora que se comprometió a dejarla con su madrina de bautizo, pero eso nunca sucedió. Al igual que su hermano, estuvo por muchos sitios, hasta establecerse en la Sabana de Bogotá.
Desde entonces, su padre y su tía mantuvieron conversaciones telefónicas y videollamadas, hasta que el 27 de diciembre se acordó el encuentro en el Parque Manuel Murillo Toro del centro de la ciudad. Diocelina Torres viajó en compañía de algunos de sus hijos desde Chía, y por fin pudo conocer a su hermano mayor, ya que cuando él se fue de casa, ella no había nacido. En el lugar se dieron cita también hijos y nietos de Secundino, quienes pudieron conocer a sus familiares. El momento fue muy emotivo. Los dos hermanos narraron parte de sus experiencias y aseguraron que aprovecharán todo el tiempo perdido.
TOME NOTA
Secundino y Diocelina Torres Borda también desean encontrar o tener noticias de sus otros hermanos: Luís, Catalina, Rita o Antonio, originarios de Boyacá, Boyacá. Si tiene alguna información, puede comunicarse al celular 3106194110.
LA CIFRA
84 años de edad tiene don Secundino.
