IBAGUÉ. Los redoblantes, platillos y trompetas retumbaron a las afueras de la iglesia San Cayetano del barrio Ancón cuando ingresó el féretro de Yeison Eduardo González Ospina conocido como ‘Matraka’. Hinchas del Deportes Tolima le dieron ayer en la mañana el último adiós a uno de los integrantes de la banda instrumental que alienta al equipo ‘Pijao’.
Historia. “Yeison, Yeison querido esta banda jamás te olvidará. Yeison, Yeison, Yeison querido esta banda jamás te olvidará”, cantaron una y otra vez los seguidores del ‘Vinotinto y Oro’ al ritmo de la percusión, mientras otros ondeaban las banderas en el momento en que llegó el coche fúnebre con el ataúd de ‘Matraka’.
González Ospina murió el jueves en la mañana en el barrio Ancón donde vivía con su progenitora Argelia Ospina Botero, luego de padecer un tumor en el cerebro desde hacía año y medio, tiempo en que dejó de acompañar en presencia física al Deportes Tolima como lo hacía años atrás alentándolo desde las tribunas con la banda instrumental, sin embargo siempre lo siguió de corazón. Su pasión por el equipo de la tierra donde nació dejó huella en sus amigos y también aficionados del cuadro Pijao, pues en homenaje a su legado hicieron una pancarta con su imagen donde le expresaron que lo querían devuelta en el Estadio Manuel Murillo Toro.
Mientras el sacerdote continuó con la eucaristía, los instrumentos dejaron de sonar, sin embargo el dolor de sus amigos vestidos con camisetas del onceno tolimense no cesó, las lágrimas se evidenciaron en sus rostros y más cuando salió el cofre. Delante de él, una ofrenda floral con el escudo del Deportes Tolima y afuera nuevamente la barra entonó cantos acompañados de saltos y aplausos.
Más de uno se acercó al ataúd que fue destapado para que le dieran el último adiós a ‘Matraka’, quien en vida tocó redoblantes durante los partidos en el Coloso de la 37 y siguió a su equipo.
‘Matraka’ vivió en el Gaitán por muchos años y dejó a ‘Gaby’ su hija menor de edad a quien también le enseñó el amor por el cuadro musical.
Su féretro fue llevado al Parque Cementerio Los Olivos acompañado de una caravana de motos y carros que nunca dejaron de entonar las canciones que suenan en el estadio mientras juega el equipo de ‘Tierra Firme’.