Adiós al decano del reportaje

Germán Castro Caycedo, periodista y cronista nacido en Zipaquirá, siempre tenía varios proyectos de investigación en curso y muchos más en mente, escritos en las centenares de libretas de apuntes que lo acompañaron en la interminable labor como reportero, como investigador y como el más respetado cronista del país.

Era aquel que entrevistaba a personajes a los cuales nadie más tenía acceso, ni siquiera las autoridades, recorriendo partes del país a donde los medios de comunicación nunca habían llegado y contar el cuento bien contado, sea en televisión con su programa ‘Enviado Especial’, crónicas escritas en diarios del país o en una gran cantidad de libros que no dejan de editarse.

Toda una eminencia

Sacó a la luz buena parte de la Colombia oculta. Por 20 años no paró de viajar por el país haciendo un retrato de Colombia, sacando las cámaras de los estudios, lo que en su momento era impensable, para llevarla a las selvas, los páramos y hasta los desiertos.

Encontró en los libros el lugar perfecto para narrar las historias reales, pero con elementos y estructuras de la literatura, pero fiel siempre a los hechos. Por esto, Castro Caycedo le daba sentido a aquella vieja frase: “cuando la realidad supera la ficción”, pues sus historias sencillamente eran increíbles.Sus más de 20 libros gozan de innumerables ediciones, pero también traducciones a distintos idiomas, como el francés, incluso al húngaro y japonés, superando más del millón de ejemplares sólo en Colombia.

Su propia historia, todo un relato

Nació en Bogotá, pero a los pocos días su familia se fue a vivir a Zipaquirá, donde a los siete años de edad, escribiría lo que podría ser su primer libro, ‘Ciencias’, un cuaderno que ilustró con recortes, y donde escribió lo que iba conociendo sobre animales y plantas, y el cual conservaba en su selecta biblioteca. 

Su primer acercamiento con el periodismo se dio siendo un adolescente. Unos años antes había descubierto la tauromaquia, a la cual se apasiona, y lo invitaron para que escribiera sobre algunas corridas de toros en el país en una revista especializada. Así arrancó su carrera. De los toros al deporte, lo que lo llevó a viajar por el mundo siguiéndole los pasos a los deportistas colombianos que se empezaban a destacar en las principales competencias internacionales, las que sólo se podían conocer a través de sus escritos.

Con esa pasión, llegó a la sala de redacción de El Tiempo, donde aseguró, logró afinar su olfato periodístico y encontrar sus grandes reportajes en datos que muchos de sus colegas habían desechado, como una llamada desde Tunja donde un campesino había encontrado unas calaveras. Paz en su tumba. 

Libros más destacados

-El Karina

-Mi alma se la dejo al diablo

-Perdido en el Amazonas

-La bruja: coca, política y demonio

-El palacio sin máscara

-Colombia X

-Operación Pablo Escobar

-Huellas

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