IBAGUÉ. Como un promotor no sólo del deporte, también de valores y solidaridad; así será recordado por familiares y amigos don José Hipólito Barajas Camelo, de 54 años de edad, reconocido por haber sido el propietario del Gimnasio La Bombonera, ubicado en la vía a El Salado.
Ayer se cumplieron las honras fúnebres del empresario, quien también se ganó un lugar importante en el corazón de la ‘mancha amarilla’, ya que fue taxista y pionero en realizar campeonatos nocturnos dirigidos especialmente al gremio, y además en el sector de los pensionados de la Policía, ya que era sargento mayor en buen uso de retiro.
Ligia Correa, cuñada de José Hipólito, quien falleció por un aneurisma el viernes, indicó que “era una persona muy correcta para todo, muy trabajador y familiar. Consagrado a la esposa, a los hijos y nietos. Se hacía querer de todo el mundo porque era muy servicial”, manifestó.
Harrison Barajas, hijo del desaparecido promotor del deporte local, recordará a su padre como un hombre ejemplar, correcto y disciplinado: “Nos educó muy bien. Su pérdida nos cogió de sorpresa porque él estaba bien. Incluso hacía deporte. Nos duele porque deja un gran vacío pero nos dio educación y nos dejó organizados con nuestras familias, así como el ejemplo de respetar a la gente”, puntualizó.
Toda una vida de servicio
José Hipólito Barajas Camelo tenía 54 años de edad, era natural de Santa Isabel, Tolima, y fue padre de tres hijos.
Llevaba 31 años de matrimonio con Gloria Cecilia Correa. Según Harrison, don José Hipólito recibió a sus nueras, Yasmín Vanegas y Angélica Soto, “como si fueran hijas de él”.
También deja a tres nietos, Santiago, Laura y Salomé.
Durante su paso por las filas castrenses, ejerció como comandante de varias estaciones y CAI de Ibagué y algunos municipios. También fue el encargado de la división de Tránsito de la Institución.
Efraín Andrade, pensionado de la Policía, recordó que lo conoció en 1985 cuando tenía el grado de sargento segundo, “y a lo largo de su trayectoria policial como un suboficial excelente. Como amigo y compañero fue una gran persona. En ‘La Bombonera’ organizaba campeonatos y nosotros éramos sus invitados especiales para practicar deporte”, refirió.
“Es una pérdida inmensa para nosotros y también para el deporte porque patrocinaba equipos de fútbol y apoyaba mucho a la niñez y la juventud”.