Acusan a sargento de abusar de su propia hija

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IBAGUÉ. Libardo Ardila Guzmán, sargento del Ejército fue enviado a la Cárcel de Picaleña señalado de abusar sexualmente de su hija de 12 años de edad.

El hombre fue presentado ante el Juez Quinto de Control de Garantías, donde no aceptó cargos por acceso carnal abusivo con menor de 14 años y acto sexual abusivo con menor de 14 años, delitos agravados, por ser la posible víctima su hija.

 

Hechos. Habían pasado 25 minutos del miércoles, cuando uniformados de la Policía Metropolitana de Ibagué que patrullaban por el sector de la vía al Aeropuerto, en el Kilómetro 3, cerca a la Finca Santa Cruz, vieron un carro particular sin iluminación parqueado en la carretera.

Los patrulleros se acercaron al vehículo, del cual se bajó un hombre quien afanoso se subía la cremallera del pantalón y se arreglaba la correa.

El sujeto, que se identificó como Libardo Ardila Guzmán, se acercó a los policías y les indicó que estaba en el sitio enseñándole a conducir a su hija menor de edad.

Los uniformados vieron a la niña dentro del automotor, arreglándose la ropa y les dijo que su progenitor le estaba mostrando unos videos.

 

Dudas. Los policías ante la incoherencia en los relatos, se llevaron el carro, al hombre y su hija a la Estación de Policía de El Salado, donde llamaron a la madre de la pequeña, quien acudió al lugar.

La niña en la Estación de Policía contó a los uniformados que estaban en el sitio oscuro porque su padre se bajó los pantalones, le mostró su pene, mientras le tocaba sus partes íntimas.

 

Denuncia. Según el Fiscal 21 Seccional de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, luego de escuchar el relato, los policías llevaron a la niña y su progenitor a la Fiscalía, donde la menor de edad fue entrevistada por una psicóloga.

Ante le profesional, la chiquilla refirió que esa no era la primera vez que su padre tenía este tipo de conductas con ella, porque hacía un mes la había llevado al mismo sitio, donde dentro del carro le tocó su vagina y le metió los dedos.

Además que cuando vivían en Yopal, Casanare, hace un año, su progenitor le había enseñado sus partes íntimas.

De igual manera indicó que

no lo había denunciado por miedo y que su madre desconocía la situación.

Y al parecer el hombre intentó lo mismo con su hermana mayor.

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