IBAGUÉ. Desde un principio el Deportes Tolima, y toda su afición, sufrió en Palmaseca.
Transcurridos apenas seis minutos de juego, el portero William Cuesta fue exigido por el Deportivo Cali, con un soberbio ‘taponazo’ de Carlos Rodríguez.
Y a los 11, el reemplazo de Álvaro Montero otra vez tuvo que lucirse para evitar la caída de su valla. En un mano a mano con el artillero Juan Ignacio Dinenno, el arquero de 26 años salió victorioso. Estaba enchufado.
Sobre los 20 de la inicial, los visitantes se fueron tomando confianza para buscar terreno contrario, y quien se encargó de inquietar al joven meta Johan Wallens fue el atacante Marco Pérez, aunque mandó la pelota para la tribuna.
Al instante, el chocoano tuvo en sus pies otra enorme opción, incluso mucho más grande que la anterior. En un contragolpe quedó cara a cara con el cuidapalos, pero le terminó disparando la esférica al cuerpo. ¡Qué desperdicio!
Esa jugada dolió en el banco de la ‘Tribu’, toda vez que allí el técnico Alberto Gamero ya estaba enterado que Junior le ganaba 3-1 al Atlético Nacional, tras empezar perdiendo la escuadra de Barranquilla.
Por ese motivo, el asistente técnico de Alberto Gamero, Orlando Rojas, salió hasta la línea a pedirle más compromiso a los ‘Pijaos’, pues parecían estar conformes con la igualdad. La ambición era escasa por no decir que nula.
Esto impulsó a los caleños para irse en arremetida contra los ‘Musicales’, quienes lograron llegar al descanso con el 0-0 por las notables intervenciones de Cuesta, como la del minuto 44, cuando debió estirarse hasta el ángulo superior izquierdo para salvar los muebles.
No le alcanzó. En el camerino, seguramente el ‘Sonero’ se hizo sentir. Por eso los de la ‘Tierra Firme’ salieron con una actitud distinta. Además, el ‘profe’ movió su banca. Sacó a Larry Vásquez y mandó a la cancha a Jaminton Campaz. Después tiró a la ‘guerra’ a Diego Valdés y Jorge Ramos.
De arranque, el ‘chico’ de las divisiones menores por poco llega con el pan debajo del brazo. Pero no fue así, por culpa de Wallens. Le atajó un remate cruzado que tenía pinta de gol.
Afortunadamente en la siguiente acción, Pérez se puso la camiseta de goleador. El de Quibdó cazó un rebote, le ganó a sus marcadores en fuerza y soltó un latigazo que decretó el 1-0 de la noche (56’). Al instante, Cali respondió con un palazo de Darwin Andrade.
Sobre los 71, Marco volvió a decir presente en la red contraria. Con un remate seco, cruzado y a ras de piso firmó el 2-0 que encendía la ilusión. Y dicha esperanza se levantó hasta lo más alto cuando los ‘Paisas’ pusieron la pizarra 2-3 en el ‘Atansio Girardot’.
En ese instante, un gol de Tolima o de Nacional le entregaba el tiquete de la final al Vinotinto y Oro. Sin embargo, a los 85, Feiver Mercado aprovechó que el conjunto de Ibagué estaba lanzado al ataque y descontó. Lo hizo con un ‘cañonazo’, la única forma existente para vencer al inspirado Cuesta, quien se estiró al máximo, pero no pudo evitar el 2-1.
Los últimos instantes tanto en Medellín como en Palmaseca fueron de infarto. Por un lado, Junior se defendía hasta con los dientes, y por el otro, el club ‘Pijao’ se fue encima de su rival en busca de la anotación que le faltaba. Sin embargo, nada cambió en ambos cotejos, y con los últimos silbatazos en cada escenario, se sentenció la clasificación de los ‘Curramberos’ a la gran final, donde medirán fuerzas con Pasto.