A pesar de los pronósticos, Wanda va por buen camino: “Con fe y amor todo es posible”

Wanda León tenía 16 años cuando sufrió el accidente en una competencia. Fotos: Suministradas / Q’hubo Ibagué

Redacción Q’hubo – qhuboibague@gmail.com

Con mucha resiliencia, Carol Suárez, madre de Wanda León, la motociclista que quedó en estado de inconsciencia tras un accidente en México, habló con Q’HUBO acerca del proceso de recuperación de la deportista. 

Aunque los exámenes no reflejan cambios en el cerebro de la joven, lo cierto es que a lo largo de estos tres años, Wanda ha avanzado mucho: responde a los estímulos, reconoce a sus familiares, cambia de canal el televisor e intenta ponerse en pie. También acelera su moto y cuando le preguntan a qué se dedicaba, mueve las manos como si acelerara el manubrio. Están en proceso de que vuelva a alimentarse por la boca.  

“En mayo de 2019, tres días después del accidente, cuando yo llegué a México, el diagnóstico era que Wanda tenía 72 horas de vida. En ese momento lloré mucho porque no imaginaba una vida sin ella. Es mi única hija, mi flaquita, una niña tan alegre”, dijo la progenitora, quien renunció a su trabajo por dedicarse día y noche a su “bebé”, como le dice. 

Como las horas pasaron y Wanda seguía viva, aunque sin despertar, Carol dejó la lloradera y se concentró en hacer todo lo que tuviera que hacer para que Wanda lograra recuperarse del trauma craneoencefálico severo que sufrió, haciendo lo que más le gustaba.

El diagnóstico médico era que Wanda quedaría postrada en cama.

“El primer logro fue traerla a Colombia. De ahí para adelante, todo ha sido ganancia. Creo que he sido afortunada porque la E.P.S me ha brindado las citas médicas, transporte, terapias, suplementos alimenticios, medicamentos, enfermera 12 horas y pañales”, señaló. 

Agregó que nunca se ha dado golpes de pecho, ni se arrepiente de haber apoyado a su hija en el motociclismo. Por el contrario, aún tienen las motos en las que Wanda entrenaba y las usan como terapia. 

Recordó que la pasión de Wanda por las motos inició cuando ella tenía unos seis años de edad y ellos, los padres, quisieron regalarle una moto, de esas que normalmente le regalan más a los niños.

Agradece cada día

“Cada día es un hermoso regalo de Dios. Amo consentirla, cuidarla, bañarla, masajearla, etc. Ella me da besos, me responde con la cabeza, con las manos, me aprieta. No me imagino si ella no estuviera porque gracias a ella todos los días me levanto con más fuerza y hago una y otra cosa por su recuperación”, detalló. 

La señora Carol, explicó que trata, en lo posible, de que Wanda tenga una vida social: “le celebramos los cumpleaños, la llevó a las celebraciones de la familia, vamos a piscina y paseos. Que ella no pueda caminar y hablar, no es una razón para mantenerla en la casa”, indicó. 

Una de las anécdotas que recordó, fue cuando en diciembre de 2021, las directivas del Liceo Nacional la llamaron a decirle que podía pasar por el diploma de bachiller, Honoris Causa, de Wanda.  

“Yo les dije: yo no lo voy a recibir, ella lo va a recibir. La arreglamos para la ceremonia, le pusimos la toga y el birrete y ella sostuvo el diploma con las manos. Fue un momento muy especial. Cuando la llamaron, todo el auditorio se puso en pie y no dejaban de aplaudir. Me hicieron llorar, pero de felicidad”, puntualizó Carol. 

Terapias alternativas

Desde hace un año, una vez al mes, la familia lleva a Wanda a la sede de Biomedical Group en Bogotá, entidad liderada por el doctor Carlos Canencia, especialista en terapias alternativas y complementarias y quien tiene miles de testimonios de personas que han vencido todos los pronósticos y se han recuperado y vuelto a caminar. 

“Haré todo lo que esté a mi alcance para que Wanda vuelva a caminar. No sé cuando será; será en el tiempo de Dios. Hace unos días, en una terapia se puso en pie y vivimos un momento de felicidad indescriptible. Quisiera llevarla al centro de rehabilitación Brooks Rehab Hospital de Jacksonville, Estados Unidos, pero no tenemos los recursos económicos. Ojalá pudiéramos tener un gran padrino para eso”, expresó la madre de la deportista. 

Fondo de cooperación 

Con lo que recolectaron de la rifa de una moto y la venta de las camisetas del Deportes Tolima bajo la campaña ‘Ponte la 10 por Wanda’, la familia tiene un fondo para los gastos de la deportista, que no cubre la E.P.S. Si algo le duele un poco a la señora Carol, es que ninguna entidad estatal les ha ayudado para la recuperación. Tiene pensado vender unas calcomanías o camisetas para recolectar fortalecer el fondo. 

Ejemplo de superación 

Carol Suárez, explicó que  ve la vida de su niña como un ejemplo de superación. Ya no tiene ningún tabú y por eso creó la página en Facebook ‘Guerrera de la vida – Wanda León 22’, donde comparte algunos momentos especiales en la recuperación de Wanda. 

También invita a los seguidores de Q’HUBO a seguir su emprendimiento en Instagram Forever saludable. Encontró en los desayunos sorpresas una manera también de generar ingresos. 

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