A doña Bertha le ocasionaron seis heridas con arma blanca y un golpe que acabaron con su vida dentro de su casa en el barrio Los Álamos

El alto volumen del equipo de sonido en la casa de Bertha Inés Ariza, habría permitido que el victimario cometiera el atroz crimen en su contra y sin que nadie hubiera escuchado los gritos y lamentos de la adulta mayor. La mujer fue hallada con múltiples heridas provocadas con arma blanca y golpes contundentes en su cuerpo.

El crimen

La abuelita de 77 años de edad y natural de Anzoátegui vivía en la manzana 10 casa 3 del barrio Los Álamos, allí tenía una habitación arrendada a un ciudadano conocido como Orlando y con el que presuntamente, tuvo problemas de convivencia, lo que generó que le pidiera que abandonara la morada.

Bertha Inés pertenecía a la iglesia evangélica y como de costumbre iba a culto, sin embargo, el miércoles no lo hizo. Una conocida de la víctima llegó a la residencia de Arias,  encontró la puerta cerrada y el radio encendido con música a alto volumen, algo que era normal porque ‘Bertica’ casi no escuchaba bien.

De manera insistente la señora golpeó para que doña Bertha Inés le abriera, pero esto nunca pasó, por el contrario, quien se asomó fue el inquilino Orlando Ríos Gómez.

La mujer le preguntó por la dueña de la casa y Ríos Gómez le manifestó que no sabía nada de esta. Supuestamente, sobre las 6 de la tarde, él llegó a la casa, vio las luces apagadas y siguió hasta la pieza donde se acostó a dormir.

Fatal sorpresa

Orlando le dijo a la mujer que entrara. Doña Bertha Inés estaba sentada, con el cuerpo en posición como si estuviera orando con las manos sobre la cama. Una vez más la llamaron, pero esta no respondió y por el contrario, de su cabeza salía sangre. Arias estaba muerta producto de golpes y heridas con arma cortopunzante.

“Mataron a Bertha, mataron a Bertha”, fue lo que escucharon los lugareños luego de que la amiga la encontró fallecida.

Permanecía sola

Esta redacción estuvo en la zona y habló con algunos ciudadanos que indicaron que ‘Berthica’ desde hace años vivía sola en esta casa, además no le conocieron hijos ni otro familiar. Pese a que no hablaba mucho con los vecinos, era solidaria con la gente y quienes la visitaban eran hombres. 

Desde hace un mes un sujeto conocido como Isaías  la frecuentaba,  hacía oración y le leía la biblia dentro de la casa, y en los últimos 20 días, iba constantemente. Los vecinos supusieron que era un ‘hermano’ de la iglesia evangélica, el mismo que le leía el Salmo 88 y luego se despedía diciéndole que la quería mucho.

El miércoles, este sujeto presuntamente, no se despidió como lo hacía normalmente, sino que sacó una olla con sahumerio, recipiente que aún permanece a las afueras de la casa. Desde ese momento no lo volvieron a ver.

Según los habitantes de Los Álamos, el radio duró encendido cerca de tres horas y sobre las 3 de la tarde, vieron que Isaías ingresó a la casa de la adulta mayor y dos horas después se fue de la morada. 

Al parecer, a doña Bertha le salió un subsidio por ser desplazada y posiblemente tenía dinero guardado dentro de la habitación. 

La inspección del cuerpo

Miembros de criminalística arribaron a la escena y se encargaron de realizar la inspección técnica del cadáver que fue trasladado a las instalaciones de Medicina Legal. Q’hubo conoció que a Bertha le propinaron seis lesiones fatales con arma cortopunzante, en la región occipital del lado izquierdo, en la región auricular lado izquierdo, tenía tres heridas abiertas en el cuello y otra más en la región occipital derecha con exposición de masa encefálica. Además, un golpe en la región occipital izquierda.

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