El desempleo en Ibagué es una de las grandes problemáticas que enfrenta la ciudad y el cual ha llevado a miles de jóvenes y adultos a ingeniárselas para sobrevivir y poder llevar un plato de comida a sus hogares. El emprendimiento y el ‘rebusque’ se han convertido en la opción de muchos ciudadanos para afrontar la crisis económica.
En febrero, según las cifras del Dane, Ibagué se ubicó en el tercer puesto entre las ciudades capitales con mayor tasa de desempleo en el País con un 21,5 por ciento. Dicha medición reflejó la grave situación laboral que se vive en la capital tolimense, la cual se agudizó en el último año por la pandemia del Covid -19.
¿Cómo está Ibagué?
En febrero de este año, el programa Ibagué Cómo vamos’ socializó los resultados de la segunda fase de la encuesta ‘Mi Voz, Mi ciudad’. Dicho análisis no arrojó resultados positivos para la ciudad y por el contrario, reflejó la difícil situación económica que muchos ibaguereños afrontan.
Según las cifras, el 74,4 por ciento de personas encuestadas afirmó que perdieron el empleo durante el año de pandemia, las mujeres y los jóvenes entre 18 y 25 años habrían sido los más afectados por la emergencia sanitaria. Grupos poblacionales que a pesar de la reactivación de varios gremios continúan sin empleo, pues al consultarle a los encuestados si habían recuperado el trabajo por la reactivación económica, el 65.6 por ciento aseguró que seguía desempleado.
En el informe del Observatorio de Empleo de la Universidad del Tolima se evidenció que el desempleo en la ciudad aumentó 9.3 puntos en el último año, es decir que la tasa de desempleo entre 2019 y 2020 pasó de 16,3 a un 25,6 por ciento, siendo los más afectados los jóvenes y las mujeres.
En el rebusque diario
Lilia Ardila es una de las tantas vendedoras ambulantes que a diario se ubica sobre la carrera Tercera para ‘rebuscarse’ el sustento diario de su hogar. Esta labor informal la desempeña desde hace 30 años, debido a la falta de oportunidades laborales y las necesidades económicas.
La mujer cabeza de familia ha vendido todo tipo de mercancía, situación que la ha llevado a afrontar varios problemas con la Policía y funcionarios de espacio público. Con nostalgia recuerda esos años en donde fue detenida por trabajar. “Nos detenían y nos llevaban 24 o 48 horas a una celda, pero cuando salíamos volvíamos a la calle a trabajar, porque este es nuestro sustento”, afirmó Lilia, quien sostiene a sus dos nietos y a una de sus hijas en condición de discapacidad física.
Lilia, al igual que muchos trabajadores informales, tuvo que ingeniárselas para buscar otras fuentes de empleo durante el tiempo de aislamiento estricto, no obstante, las necesidades económicas la llevaron a regresar a las calles y ahora sigue en ‘la Tercera’, vendiendo tapabocas y sombrillas. No hay más qué hacer.
“Aquí en Ibagué es muy duro, nosotros sobrevivimos por la ayuda de Dios, porque aquí no hay fuentes de empleo, no hay empresas”, aseguró la mujer, que llega a las 8 de la mañana a la carrera Tercera y permanece hasta las 6 de la tarde.
Como Lilia, hay muchos hombres y mujeres que luchan con las inclemencias del clima para vender su mercancía y enfrentan a las autoridades por el espacio público. Ese es el caso de Jeisson Sánchez, un hombre de nacionalidad venezolana que vende accesorios para celular en una carreta, con la cual recorre toda la tercera, para evitar ser sancionado.
Otras de las personas que se la ‘rebuscan’ en la Tercera son Pedro Gordillo y Virgilio Rodríguez, dos hombres de la tercera edad, quienes hace varias décadas decidieron trabajar como vendedores estacionarios.
Don Pedro, vende libros, usualmente se le ve en la calle 11 con carrera Tercera. Allí, en una silla, espera a que lleguen sus clientes, aquellos que aún sienten pasión por la lectura y acuden a él para obtener mejores precios. Mientras que don Virgilio se ubica en la calle 14, allí vende correas en un puesto dado en confianza legítima y aunque don Virgilio ha hecho parte de los programas de reubicación planteados por diferentes administraciones locales, asegura que ninguna ha sido efectiva y por eso siempre regresa a la calle.
Emprender para subsistir
Recolectar todos sus ahorros y hasta endeudarse para iniciar su propio negocio ha sido la opción de otro porcentaje de ibaguereños que decidió emprender, debido a la alta tasa de desempleo en ‘La Musical’.
Es el caso de Roxana Navarro, una joven profesional en dibujo arquitectónico, quien por falta de oportunidades laborales y tras varios meses de desempleo, decidió arriesgarse y emprender su propio negocio. Su emprendimiento nació de manera simultánea a la declaración de emergencia sanitaria, pero por fortuna esto no fue problema para posicionar Xanyad, una tienda de regalos personalizados para toda ocasión, que lleva un poco más de un año en el mercado.
Roxana, aprovechó su talento para el dibujo y ahora ofrece a sus clientes detalles personalizados, para expresar el amor por los seres queridos y aunque el proceso no ha sido fácil, esta jóven que no encontró ofertas laborales en su profesión, con el apoyo de su familia posiciona su propio negocio, el cual se ha convertido en su opción económica.
Otro de los casos, es el de la familia Castellano, un núcleo familiar en el que varios de sus integrantes quedaron desempleados por la crisis económica generada por el virus. En medio de las adversidades los Castellano, decidieron compartir con los ibaguereños una de sus pasiones e iniciaron ‘Sucubonca’, una tienda virtual de suculentas, cactus y bonsáis.
Lo que fue una alternativa para combatir las dificultades monetarias y problemas emocionales, hoy es un proyecto familiar que crece día a día.
Según cifras de Ibagué Cómo vamos, el 10 por ciento de ibaguereños ha decidido emprender y apostar a sus propios negocios para combatir el desempleo y aunque no es fácil, muchos de ellos siguen creyendo en sus sueños y su imaginación para ofrecer productos innovadores.
El panorama local
Q’HUBO dialogó con Jorge Renza, director del Observatorio de Empleo y Recursos Humanos de la Universidad del Tolima. Según el experto, la crisis laboral que viene afectando a Ibagué desde 2015 se agudizó con la emergencia sanitaria que ha afectado a todos los sectores, debido a la débil estructura económica que tiene en la región. La declaración de emergencia sanitaria dejó a más de 54 mil personas desocupadas en la ciudad y generó que más de dos mil mujeres regresaran a las labores del cuidado en los hogares de manera voluntaria. De igual manera, la informalidad creció de manera considerable, llevando a que muchas personas se dediquen al ‘rebusque’ diario.
Aunque los gremios y la ciudadanía estaban esperanzados en que la reactivación económica le daría un empujón a las finanzas, el panorama para 2021 contínua siendo desalentador, pues el tercer pico de pandemia y el posible regreso a un confinamiento, vuelve a poner a todos los sectores en la cuerda floja.
Por ahora, el panorama no es alentador ni para las grandes empresas, ni para los ibaguereños que viven del día a día, no obstante, la ciudadanía continúa ‘rebuscándosela’ y tratando de encontrar alternativas que les permita llevar el sustento a sus hogares.
- Dane
En febrero Ibagué ocupó el tercer lugar de desempleo en las ciudades capital. El porcentaje llegó a un 21.5 por ciento, es decir que de cada 100 ibaguereños en edad de trabajar, 21 se encuentran desocupados, siendo los más afectados el grupo de jóvenes entre 14 y 28 años.
- Desempleo en pandemia
Según Ibagué Cómo Vamos, un 74.4 por ciento de jóvenes ibaguereños perdieron su empleo durante la pandemia
- No alcanza la ‘platica’
El 50.7 de personas consultadas en la encuesta ‘Mi Voz, Mi Ciudad’, aseguró que los ingresos que reciben no alcanzan para cubrir los gastos mínimos de su hogar
Dato: El 2020 dejó cifras históricas en nivel de personas desocupadas en la ciudad, las mujeres jóvenes fueron las más afectadas.
Cifra: 21,5 por ciento fue la cifra de desempleo en febrero.