IBAGUÉ. A los 11 años de edad, cuando apenas era una niña, su mamá Marlene Castro, la empezó ‘a vender’ a una red de prostitución. Todo inició en Honda, Mariquita y Guaduas.
Durante los últimos cinco años, Castro llevó a su hija, quien actualmente tiene 16 años, a diferentes regiones del País como Acacías, San Martín y Villavicencio, en el Meta. Además llegaron hasta Puerto Ayacucho en Venezuela.
El caso fue denunciado ante la Dijín de la Policía, que inició una investigación la cual concluyó con la desarticulación de la banda de trata de menores.
El coronel Wilson Vergara, jefe de la unidad de vida de la Dijín, dijo: “De acuerdo a la información que tenemos, en cada uno de los municipios eran sometidas otras tres o cuatro menores al mismo delito, de allí que podamos pensar que en total eran 20 niñas las explotadas sexualmente”, refirió.