La avenida Mirolindo es una de las principales vías de la capital Musical de Colombia. Miles de vehículos particulares, de servicio público, carga pesada, motocicletas y biciusuarios se movilizan a diario por la carretera que comunica el Occidente y Oriente de la ciudad, en ambos sentidos.
Sobre el asfalto, los usuarios afrontan diferentes problemas de infraestructura, que generan inconvenientes en la movilidad y accidentes de tránsito.
Entre las problemáticas que se evidencian en La Mirolindo, está el mal estado de la vía, alcantarillas sin tapas; la ausencia de andenes y de canales de aguas lluvias; tampoco cuenta con zonas de parqueo, ni reductores de velocidad, lo que aumenta el riesgo para conductores y peatones.
Q’HUBO efectuó un recorrido por la avenida desde la calle 56 hasta la glorieta de Mirolindo y encontró un panorama gris, que con el paso del tiempo parece empeorar.
Sobre la entrada del parqueadero La COR hay una alcantarilla sin tapa y una fuga de agua que recorre hasta la calle 60. El desperdicio del preciado líquido es constante y provoca charcos. Además, cuando llueve las piedras y tierra del piso del estacionamiento de vehículos inmovilizados baja por la carretera principal.
Frente a Almacafé y a la entrada del barrio Varsovia, no hay andenes. En la calzada que va hacia la glorieta de Mirolindo, a un costado de la carretera se formaron cráteres, que se han convertido en un peligro para los conductores, debido a que pueden caer dentro de estos.
El estado de la intersección vial de la calle 60 es crítico. En ambas calzadas hay bastantes huecos. En la zona están ubicadas varias discotecas y empresas. En este punto, han ocurrido varios accidentes de tránsito por culpa del asfalto averiado, como el lamentable hecho en el que falleció Diego Alejandro Gómez, quien se ‘comió’ uno de los huecos del sector y perdió el control de la moto en la que se movilizaba.
Frente a Interaseo, por la calzada que va hacia Picaleña, se forma un ‘lago’ debido a que no hay sumideros de aguas y estas se empozan. Algunos comerciantes han instalados conos de seguridad para evitar que los vehículos pasen por ahí.
La avenida Mirolindo no tiene andenes ni zonas peatonales. Los transeúntes ponen en riesgo sus vidas al caminar sobre la vía o al esperar las busetas, por donde transitan los rodantes a alta velocidad. Fotos: Hélmer Parra / El Nuevo Día / Q’Hubo Ibagué.
Los residentes del barrio Villa Café o quienes deben trasladarse a este sector, también son afectados por la falta de andenes y de reductores de velocidad. Antes, fueron instalados unos dispositivos de tránsito, pero con el paso del tiempo se dañaron o los robaron, ahora los ciudadanos deben tener más precaución al pasar la carretera.
La Avenida no cuenta con canales de agua y las que había, fueron tapadas, al parecer, por comerciantes que acondicionaron la entrada a sus negocios.
En la glorieta de Mirolindo hay un sector lleno de huecos. A esto se le suma, que tampoco hay un resumidero de agua y cuando es temporada de lluvias se forman pozos.