El lamentable estado de gran parte de las vías de Ibagué, que a diario produce accidentes de tránsito y genera caos vehicular en muchas avenidas, ha motivado que algunos ciudadanos tomen cartas en el asunto, y no se conformen con esperar hasta que la Administración municipal haga presencia para rellenar los cráteres.
Es el caso de Franklin Narváez, quien valiéndose de un método que él llama ‘artesanal’, y en compañía de su amigo Jefferson Lozano, ha emprendido la ardua tarea de tapar huecos en las vías más dañadas de Ibagué.
Buscando el bien común
Luego de que conocieran la noticia de un accidente de tránsito ocurrido en la calle 30 con Cuarta Estadio, hace algunos días, Franklin Narváez y Jefferson Lozano tomaron la iniciativa de rellenar huecos en diferentes vías de la Ciudad.
“Emprendimos esta labor no con fines lucrativos, es con el fin de ayudar a la comunidad en momentos donde la problemática de los huecos nos está afectando tanto. La idea es que quede como si lo hubiese hecho la Alcaldía. De manera eficiente”, asegura Franklin.
El joven inició en Ambalá, sector donde reside, con ayuda de amigos y de personas de la comunidad. Según puntualiza, el material es 100 por ciento reciclado. Franklin y quienes lo acompañan ya han tenido la oportunidad de resanar baches en importantes avenidas como la Ambalá, a la altura de la Universidad de Ibagué; o en la calle 38 con carrera Sexta, frente al colegio Santa Teresa del Niño Jesús.
“Estos huecos perfectamente pueden ocasionar daños graves a vehículos, que por esquivarlos pueden colisionar; una lesión permanente o el fallecimiento, Dios no lo quiera, a cualquier persona, por eso es importante esta labor”, asegura Franklin, quien aprovecha sobre todo las horas de la noche, cuando hay poco flujo vehicular, para salir a realizar su labor.
‘Un hueco menos en Ibagué’
Así ha sido nombrada la iniciativa que emprendieron estos jóvenes ibaguereños. Sin embargo, no ha sido fácil pues han tenido que invertir recursos propios para preparar la mezcla que compone el asfalto que utilizan, transportar el material hasta los sitios donde hacen el trabajo y efectuar el rellenado. Es por esto, que aunque la labor la realizan sin ánimo de lucrarse, sí piden ayuda del sector privado o de quienes deseen sumarse a este proyecto, con el fin de cubrir más cráteres en las vías.
Según Franklin, el trabajo que él y Jefferson hacen se tarda poco más de media hora y es eficiente. Después de cada trabajo, queda la satisfacción, pero también el deseo de continuar con esta labor. Por eso, Franklin hace un llamado a quienes puedan y deseen apoyar su iniciativa y continuar mejorando el estado de las vías, a hacerles llegar algún tipo de patrocinio que solvente los elevados costos de los materiales y el transporte.
TOME NOTA:
Si desea ayudar a Franklin y Jefferson para que continúen su labor en las calles de la Ciudad, pueden comunicarse al número celular 3054218589.