Residentes del predio Reservas del Paujil, cerca al cementerio La Milagrosa del barrio El Salado de Ibagué, le hacen un llamado a la Administración municipal para que construya un puente sobre el río Alvarado para que ellos puedan salir y llegar a su casa sin ningún problema.
Cada vez que llueve, el río crece unos seis metros y cruzar el puente artesanal, que la misma comunidad construyó con guadua y madera, es imposible.
“Cada vez que llueve duro quedamos incomunicados, aislados. La única manera de ingreso es el puente y no vamos a exponernos a que nos lleve la corriente. Aquí viven niños, adultos mayores y personas con movilidad reducida, así que la situación es complicada”, dijo Patricia Duarte, líder del sector.
Agregó que cuando hace sol, algunos carros se atreven a cruzar el río, pero cuando llueve, ni una ambulancia o un taxi puede llegar. “Estamos muy mal porque qué tal una emergencia. En caso de que una persona se enferme y necesite atención médica no puede salir. Nos toca esperar horas para que las aguas bajen”, señaló la señora Patricia, quien añadió que lleva nueve años radicando escritos de una oficina a otra, pero hasta el momento la construcción de un puente seguro no ha sido posible.
Una suma imposible
Según su versión, hace un tiempo, de la Alcaldía la remitieron para Cortolima y aunque la comunidad canceló 2 millones de pesos por el permiso para intervenir el cauce del río, después les dijeron que ellos deberían pagar los estudios, diseños y la construcción del puente.
“Todo vale unos 400 millones de pesos y obviamente es una suma que no tenemos. Han pasado tres administraciones y ninguna nos ha dado la mano”, puntualizó la dama.
DATO
Habitantes informaron que tampoco gozan de servicio de agua potable. El líquido vital lo toman de la quebrada El Paujil. Desean que el Ibal les brinde el servicio.