¿Cómo tener mejor sexo?

Con tanto ‘tip’ para ser distintos en el sexo terminamos siendo todos iguales. Y sí, soy anti-tips. Pero si usted está en el top 10 de los ‘analfabetos sexuales’, este artículo le interesa.

Muchas personas desconocen que la educación de los sexos existe, otras tantas han recibido educación en sexualidad de manera deficiente; sus maestros han sido el porno, los amigos morbosos y otros medios que se enfocan en lo mecánico y frenético del coito. Hay que saber que el coito es una mínima expresión de lo que es sexo. Las personas como usted o como yo, hemos tenido que aprender habilidades amatorias y a manejar nuestras relaciones a través del mecanismo de ensayo y error. Pero esa estrategia no permite introducir reglas básicas de ética y etiqueta, así las cosas, para quienes no se educan al respecto los errores se siguen repitiendo. Las dificultades y torpezas sexuales abundan.

Mejorar las relaciones sexuales y hacerlas más saludables es posible. La ciencia puede enseñarnos sobre cómo darle una manita a la vida sexual, remodelando esos aspectos que nos inquietan, incomodan o frustran.

Algunas pautas sobre cómo tener mejor sexo:

Unrecognizable couple making love in bed

-No existe algo determinante ni generalizado, el concepto de sexo significa muchas cosas para cada persona. Al momento de la interacción sexual todos somos diferentes en cuanto a capacidades, lo que nos resulta placentero, los gustos y demás. Pero hay una primera clave y es: conocer el propio cuerpo. Conocerse a uno mismo es fundamental, y no lo digo con corte filosófico, sino de manera física. Explorar el cuerpo a través del autoerotismo y la masturbación es una buena herramienta de autoconocimiento, ahí comienzan a flotar todas las vulnerabilidades humanas. Nadie sabe qué le gusta hasta que no lo prueba en sí mismo.

-A la hora del sexo la telepatía no funciona. La mayoría de las personas tienen deseos, fantasías, gustos, cosas por experimentar de las que nunca habla con su pareja. Dejarle todo a la adivinanza, a que el otro “crea que”, no es buen negocio. No comunicarse acerca del tema hará que siempre acaben insatisfechos. La pareja no puede leernos la mente y si eso sucediera se tardaría mucho y las sabanas se enfrían. Entonces sean directos/as, expresen cómo lo quieren, dónde lo quieren, cuando lo quieren.

-Al sexo le gusta lo nuevo, no hay que caer en excesos, tampoco en carencias. Si la interacción sexual es siempre la misma, tenderá a aburrir, al menos a los entusiastas del sexo. Esa es una de las razones por las que la frecuencia y satisfacción declinan en las relaciones de larga data. Los seres humanos somos curiosos y ansiamos novedades por eso es importante encontrar formas de alimentar el deseo. Pero también probar cosas nuevas fuera del dormitorio hará que la intimidad total se fortalezca, necesitamos variedad en otros asuntos de la vida.

-No sea avaro erótico. Preste atención al placer de su pareja. Aprenda a dar y también a recibir. El equilibrio es ley en las relaciones saludables. No haga cosas caprichosamente, tenga en cuenta los gustos de la otra parte. No imponga sus deseos, compártalos. No escatime en caricias y besos. Salgan del coitocentrismo y jueguen. El juego enseña a explorar, ampliar el esquema y a poner reglas y límites.

-Si ya presenta dificultades en su vida sexual, busque ayuda profesional, las personas evitan durante largo tiempo hablar de sus problemas. La sexología tiene tres líneas de intervención que le pueden dar luz: educación sexual, asesoramiento sexual y terapia sexual. Siempre será necesaria una perspectiva externa.

Norma Bejarano. Psicóloga – Sexóloga.

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