Un árbol de guayaba se convirtió en el aula de clase de tres jóvenes, quienes hacen todo tipo de maromas para acceder a la señal de Internet. Los tres estudiantes, quienes cursan Sexto, Séptimo y Noveno grado de bachillerato, residen en una vereda de Payandé, lugar al que llegaron hace un año, luego de ser desplazados de su tierra natal.
Los tres niños, quienes reciben clases a través de plataformas virtuales o de WhatsApp, hacen un gran esfuerzo y a pesar de no contar con los implementos básicos para la educación virtual, se turnan el único celular con el que cuentan para poder enviar los trabajos y cumplir con sus deberes académicos.
Por ahora, mientras se define el regreso a clase presencial, estos ‘pelaos’ continúan esforzándose para cumplir con sus deberes académicos, pero sin duda necesitan una mejor cobertura de Internet y otro dispositivo móvil. Si usted puede ayudar de alguna manera a estos estudiantes, puede contactar la línea 316 500 9600 y brindarles una ‘manito’.