El megacolegio sigue en veremos


El lugar está siendo consumido por la maleza y deteriorado por el sol y la lluvia. Fotos: Jorge Cuéllar/ El Nuevo Día – Q’HUBO.

Después de un poco más de un año de constante lucha por la culminación de las obras del megacolegio de Arboleda Campestre, ubicada en el Suoriente de Ibagué, los padres de familia al fin ven una luz de esperanza en la culminación del proyecto. No obstante, aún son muchas las dudas que tienen sobre la continuidad de los trabajos.

El pasado sábado 13 de febrero se efectuó el desalojo del contratista a cargo de la construcción, quien habría incumplido los plazos de ejecución de las obras. 

Sin embargo, al cierre de esta edición, los habitantes de la zona y quienes se beneficiarían del colegio, estaban a la espera de que el nuevo ejecutor reiniciara los trabajos que fueron suspendidos hace un año.

Cuatro años sin colegio

En 2017, el entonces alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo anunció la construcción del megacolegio por un total de seis mil 966 millones de pesos. Las obras iniciaron en agosto de ese año y estaban programadas para que tardaran ocho meses, pero casi cuatro años después, los vecinos ven cómo la estructura que alcanzó a ser levantada es consumida por la maleza y se deteriora al sol y al agua.

En 2020, líderes de Arboleda Campestre, un complejo de 10 conjuntos cerrados independientes, averiguaron sobre el futuro del colegio que beneficiará a miles de residentes en esa zona de la comuna Nueve. El 2021 inició con el anunció de que un nuevo contratista tomará posesión de la obra, pero hasta el momento no saben cuánto falta para culminar los trabajos y según ellos, están a merced de los delincuentes, pues la misma comunidad ha tenido que vigilar la zona para evitar que los ladrones se apoderen de los elementos que están guardados en las tres aulas que alcanzaron a construir.

Las dudas

Éver Contreras, líder del sector, le dijo a Q’HUBO: “Realmente nosotros tenemos tres grandes inquietudes o solicitudes; la primera es que no nos vacilen más con la culminación del colegio, necesitamos fechas de inicio y entrega de la obra; Segundo, otra gran preocupación es el agua para nuestros niños, Guillermo Alfonso (Jaramillo) se había comprometido a instalar unos tanques, pero de esto no tenemos información y el colegio no puede funcionar sin que se le garantice el preciado líquido tanto a los estudiantes, como a los funcionarios; y tercero, es el encerrado del colegio, debe primar la seguridad de los jóvenes y niños y no un diseño”.

Después del desalojo del antiguo contratista, durante el día personal de seguridad del colegio José Joaquín Flórez Hernández vigila el lote, mientras que en la noche un ciudadano que trabaja cuidando vehículos en el sector, de manera voluntaria, se ha comprometido a cuidar el lugar, para evitar hechos delincuenciales.

“Nos preocupa el regreso a clases, nuestros niños en estos momentos no tendrían un espacio adecuado para estudiar, pues la sede principal del José Joaquín Flórez también está en construcción, por eso exigimos soluciones concretas”, manifestó Liliana Torres, líder de la zona. Afirmaron que de no tener respuestas concretas, están dispuestos a tomarse las vías de hecho y manifestar de forma pacífica para ser escuchados.

El proceso Continúa

Q’HUBO consultó con la Alcaldía sobre el estado de la obra. Desde la oficina de prensa se informó que en los próximos días se efectuará el acta de inicio de la obra. Después de firmar ese documento, se llevará a cabo un diagnóstico con la interventoría, y de no encontrar ningún inconveniente, iniciarán los trabajos en un plazo aproximado de 40 días, lo que podría ser a finales de marzo de este año.

DATO

En 2017 se inició la obra, que en la actualidad, temen que se convierta en un elefante blanco.

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