La cuesta del barrio Arado se ha convertido en un ‘dolor de cabeza’ para los residentes

Muchos vehículos pesados quedan a mitad de camino. Al devolverse se llevan otros carros y hasta cuerdas de energía. Fotos Hélmer Parra. 

Residentes de la carrera Segunda Sur 21 – 46, en la conocida cuesta del barrio Arado, le hacen un llamado a la Alcaldía para que ubiquen un reductor de velocidad en la zona y  señales de tránsito para evitar el tráfico de vehículos pesados, pues todos los días los vecinos ‘aprietan los dientes’ para que no ocurra una tragedia. 

En diálogo con Q’HUBO, Yonny Abril, líder de la ciudad, señaló que aunque en la pendiente hay una señal de paso prohibido para tractomulas y camiones, los conductores se pasan la norma por la faja. “Pasan cargados, con demasiado peso y como es de esperarse no pueden subir. Quedan a mitad del camino y les toca devolverse, a veces el carro se devuelve solo”, dijo el ciudadano. 

Agregó que los vehículos en reversa se han llevado por delante otros automotores, cuerdas de energía y hace unos meses, una tractomula acabó con parte de una casa. 

“La gente aquí vive muy temerosa. Cada vez que un vehículo pesado pasa por aquí, la gente sale corriendo a resguardarse donde los vecinos”, señaló. 

El paso de vehículos pesados dañó una rejilla de la zona.

La solución 

Para la comunidad, instalar un reductor de velocidad, señales de tránsito más grandes y visibles, operativos de los Agentes de Tránsito y la adecuación de una vía del sector para que por allí transiten los vehículos de carga pesada, sería parte de la solución para quitarse ese dolor de cabeza. 

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