Leydi Johana Barajas Hernández, una ibaguereña residente en Bogotá, fue víctima de feminicidio el pasado domingo. El crimen se registró en la localidad de Bosa, al sur de la Capital de la República.
La mujer, de 33 años, fue asesinada con arma blanca por su compañero sentimental, en presencia de sus dos hijas, una de nueve y la otra de dos años de edad.
La muerte
Leydi Johana trabajaba como vigilante en Bogotá. El domingo llegó temprano de trabajar, hacia las 7 de la mañana. Preparaba el desayuno, cuando fue atacada por su compañero sentimental.
Las primeras informaciones que se conocieron, fue que la pareja sostuvo una riña dentro del apartamento en el que residía. Leydi Johana intentó defenderse y recibió cinco puñaladas, una de ellas en el pecho y otra en el cuello, como si el sujeto la hubiera intentado degollar.
Q’HUBO habló con Melany Hernández, tía de Leydi Johana, quien la crió junto con sus abuelitos en Ibagué. Ella contó que en el momento del feminicidio, “las niñas estaban dentro del apartamento. La más grande le decía a él: “No le pegue más a mi mamá”.
Las menores de edad presenciaron el terrible desenlace. Sus progenitores resultaron heridos. Los vecinos del Conjunto Residencial Parques Malpelo II, ubicado en la carrera 81 sur con carrera 81, en Bosa Laureles, escucharon los gritos y llamaron a la Policía.
Los uniformados ingresaron al apartamento 501 de la torre 18, donde presuntamente encontraron herida a la pareja y a las niñas en una habitación llorando, estaban conmocionadas. Las menores quedaron a disposición de la Policía de Infancia y Adolescencia, cuyo personal las entregó al Instituto de Bienestar Familar para el restablecimiento de sus derechos. Según su tía abuela, están haciendo las diligencias necesarias para que las niñas se queden con su familia materna.
Entre tanto, la pareja fue llevada en una patrulla hasta el Cami de Bosa, donde Leydi Johana falleció poco después, debido a la gravedad de las heridas.
Se iban a separar
Leydi Johana le había contado a sus familiares que el 5 de febrero se iba a marchar con sus hijas del apartamento que compartía con su compañero sentimental, identificado como Jarby Díaz, con quien tenía una relación de cerca de 10 años.
Según la familiar, ese habría sido el detonante que llevó a que ese día el hombre la atacara. Ella reconoce, que Leydi Johana contestaba a las agresiones. “Tenían problemas, él le pegaba y se daban durísimo”.
Reveló que su sobrina había denunciado a su compañero sentimental. “En Bogotá hay demandas por alimentos y además porque no iba a reconocer a la niña más pequeña”.
Indicó que hace cerca de tres años la pareja se había separado porque al parecer el hombre habría intentado abusar de la hija mayor de Leydi Johana.
“El padrastro quería abusar de la niña, así que ella lo dejó y se vino a Ibagué. Aquí lo denunció por abuso con menor de 14 años de edad y tuvo audiencias en Bogotá”, aseguró la familiar.
Añadió que después de las denuncias por abuso, su sobrina se quedó a vivir en Ibagué, pero no consiguió trabajo. Luego “el tipo empezó a buscarla a llamarla, le lloraba y suplicaba. Y se fue otra vez a vivir con él hace año y medio. Nosotros le rogamos para que no se fuera”, confesó Melany.
La llamada
Melany señaló, además, que Jarbey la llamó el domingo, luego de ocurrido el hecho, y le dijo: “Maté a Leidy, la apuñalé. Así que no quiero que no quede impune la muerte de ella”.
Agregó que fue presentado en audiencia y durante la diligencia, el asesinato de su sobrina lo tipificaron como feminicidio. Por esa razón, fue enviado a la Cárcel La Picota.
“Pedimos la pena máxima, porque ella era una mujer que tenía tres niñas pequeñas y espero que él pague con cárcel lo que hizo, porque no es justo; ella todavía estaba joven, era luchadora y que le haya hecho eso simplemente por no querer vivir más con él”, puntualizó Melany Hernández.
¿Quién era víctima?
Leydi Johana creció en el barrio Jordán tercera etapa de Ibagué y su familia materna reside en el barrio La Campiña. Se fue a vivir a Bogotá, donde trabajaba como vigilante. Era madre de tres niñas de 12, nueve y dos años de edad, las dos últimas producto de su relación sentimental con el presunto feminicida.
Su primaria la cursó en el colegio de monjas en el barrio Las Brisas y su bachillerato en el colegio del barrio Jardín.
“Ella era Juiciosa, responsable, cuidaba mucho a las niñas, las cuidaba mucho. Era muy trabajadora y lo que ella quería era que las niñas tuvieran su papá y su mamá, y no dar con ese desalmado”, aseguró la familiar.
El sepelio
Las demás tías de Leydi Johana están en Bogotá realizando las diligencias para traer el cuerpo de la joven a Ibagué y darle el último adiós, incluso entre varios allegados recolectaron dinero para el traslado, pues la funeraria cubría los gastos sólo en Bogotá.
Las exequias de Leydi Johana se cumplirán mañana en el Cementerio San Bonifacio.