López Obrador, enfermo de Covid, busca agilizar la llegada de la vacuna rusa a México

Foto: EFE

En su primer día de cuarentena tras dar positivo por coronavirus, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llamó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para acelerar la llegada de la vacuna Sputnik V e impulsar el estancado plan de vacunación del país, donde la pandemia ha dejado casi 150.000 muertos.

Tras la llamada, el presidente mexicano anunció en redes sociales que se acordó la llegada a México de 24 millones de la vacuna rusa para los próximos dos meses y agradeció a Putin por mostrarse «genuinamente afectuoso».

Además, López Obrador, de 67 años, publicó una fotografía en la que aparece en el despacho presidencial sonriendo junto al teléfono, la primera imagen que se distribuye del mandatario desde que anunció el domingo que tiene covid-19 con síntomas leves.

Agilizar el plan de vacunación

Con el acuerdo cerrado con Rusia, México pretende dar un impulso a su plan de vacunación contra la covid-19, una enfermedad de la que lleva 1,7 millones de enfermos y por la que roza los 150.000 muertos, situando al país como el cuarto del mundo en número de decesos, por detrás de Estados Unidos, Brasil y la India.

Los 24 millones de dosis de la vacuna rusa se suman a los 34,4 millones de la estadounidense Pfizer, a los 77,4 millones de la británica AstraZeneca y a los 35 millones de la china CanSino precompradas por el Gobierno mexicano.

Pero estas cifras de momento son solo proyecciones, pues desde el inicio de las vacunaciones el pasado 24 de diciembre, México solo ha suministrado 630.000 dosis de la vacuna de Pfizer, que ha protagonizado algunos retrasos en sus entregas.

Mientras que de AstraZeneca siguen sin llegar dosis -se están envasando en México- y la autoridad sanitaria no ha avalado todavía el uso de Sputnik V y CanSino.

Con la llamada entre López Obrador y Putin se podría haber dado un paso importante a este plan, pues según dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, México podrá «avanzar con respaldo del Gobierno ruso para asegurar el arribo de la vacuna Sputnik V a la brevedad».

El presidente está “fuerte»

López Obrador cerró este acuerdo desde su residencia en el Palacio Nacional, donde se encuentra confinado desde que el domingo por la tarde dio positivo a la prueba del coronavirus tras una gira por el norte del país.

Un equipo de médicos liderado por el secretario de Salud, Jorge Alcocer, atiende al mandatario, de 67 años, con hipertensión y operado del corazón en 2013, en su domicilio, donde reside con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, quien dio negativo a la prueba.

Su aislamiento derivó en una imagen inédita este lunes, pues por primera vez desde que asumió el poder en 2018, no pudo ofrecer su tradicional conferencia de prensa matutina y fue sustituido por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en un país donde no existe la figura del vicepresidente.

«Creo que podemos decir con toda sinceridad y franqueza que se encuentra bien, se encuentra fuerte y se encuentra resolviendo y al pendiente de todos los asuntos públicos y atenderá de manera remota algunas reuniones», reveló Sánchez Cordero ante la enorme expectativa de los medios.

Para despejar dudas, la secretaria aclaró que durante los próximos días lo sustituirá «exclusivamente» en las conferencias de prensa, ya que para el resto de asuntos López Obrador seguirá «en pleno ejercicio de sus funciones como presidente».

Un gabinete confinado

Su contagio ha disparado además la duda sobre los contactos que tuvo en los últimos días López Obrador, quien hace meses retomó las giras por el país y ha rechazado usar cubrebocas en público.

Este mismo fin de semana estuvo con los gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez; el de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, y varios miembros del Gobierno.

«Como otros miembros del gabinete, estaré a la espera de resultados de prueba PCR. Si resultase negativa, deberemos realizar otra el miércoles próximo, por ello estaré trabajando desde casa hasta conocer resultados», anunció este lunes el canciller Ebrard, quien el viernes acompañó al presidente en su llamada con el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden.

También anunció su confinamiento la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, mientras que la misma Sánchez Cordero ofreció la conferencia de prensa tras haber dado negativo a una prueba rápida y cuando está a la espera de los resultados de su PCR.

Además del apoyo de los miembros del Gobierno, López Obrador ha recibido en redes sociales mensajes de ánimo de los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, además de mandatarios extranjeros como el canadiense Justin Trudeau, el español Pedro Sánchez, el argentino Alberto Fernández y el indio Narendra Modi.

Y no han faltado críticas de usuarios en redes que consideran que López Obrador se expuso demasiado a la enfermedad, e incluso Twitter lanzó una advertencia de que en esta red social está prohibido expresar «el deseo de que una persona se muera».

Aunque López Obrador ha defendido desde el principio que los científicos deben diseñar la estrategia contra el coronavirus, también ha protagonizado polémicas, como cuando dijo estar protegido por una estampita religiosa, cuando ha cuestionado la utilidad del cubrebocas o cuando ha abrazado y besado a seguidores en sus giras.

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