Saúl Sierra trabaja en una caseta en el Parque Galarza, de la cual obtiene a diario su sustento para comer y pagar sus obligaciones. Sin embargo, el domingo, en medio del confinamiento, recibió una fatal noticia, su sitio de trabajo había quedado en cenizas por un incendio que fue causado por manos criminales. Su caseta fue incinerada y lo poco que tenía allí adentro, se lo hurtaron.
El hombre de 63 años de edad, desde hace 18 años trabaja en la caseta ubicada en la esquina de la carrera Tercera con calle 18, frente a la panadería Macropan. Él salió el jueves 7 de enero antes del toque de queda para su casa ubicada en el barrio Libertador y el domingo, hacia las 7 de la noche, recibió la lamentable noticia.
Pese a que todo quedó en cenizas en la caseta, regresó al lugar para volver a comenzar con su negocio. “Estoy trabajando porque no tengo de dónde echar mano. Me regalaron una chaza, una estufa, un cilindro de gas y unos termitos para vender tinto”.
¿Qué pasó?
El hombre, del cual depende económicamente su esposa y un hijo que tiene una condición especial, habló con Q’HUBO y contó: “A las 7:40 de la noche llamaron a una amiga y ella me contó. Inmediatamente bajamos hasta acá (calle 18) porque vivo en el Libertador. La caseta estaba toda quemada, hicieron un roto por detrás, le levantaron la lámina, se metieron y después le metieron candela”, dijo.
En el lugar, don Saúl vende tintos, cigarrillos, dulces y minutos a celular. Le robaron el surtido y calculó las pérdidas económicas en un millón 500 mil pesos.
El comerciante informal fue a la sede de los Bomberos a solicitar una certificación por el incendio, pero no ha logrado obtener el documento. Pidió a las autoridades que revisen las cámaras de seguridad de la zona, para aclarar el hecho.
Por último, don Saúl recordó que hace siete años ladrones le sacaron un televisor y otros elementos de la misma caseta. Si usted desea colaborarle, se puede acercar a él o llamarlo al número celular 3155416870.
Cuestiona a las autoridades
Una persona del sector que habló con Q’HUBO y pidió la reserva de su identidad, señaló que: “Se cuestiona la acción de las autoridades porque en pleno confinamiento suceden cosas como la quema de un establecimiento de comercio sin que ninguna autoridad se pronuncie al respecto y en pleno Centro de la ciudad. Más cuando los comerciantes dejan sus negocios supuestamente al cuidado y la vigilancia de las autoridades. Hemos notado que en los confinamientos no hay control sobre la delincuencia, el microtrafico y la prostitución que pernoctan en el sector”.