Alberto Rojas, el joven tolimense que desde los dos años de edad había sido separado de sus familiares, los encontró. El encuentro se dio luego de que Q’HUBO publicara la historia del muchacho, que hoy reside en Bogotá.
“El mismo día de la publicación (el pasado 6 de enero) recibí muchas llamadas, una de esas fue la de una prima que vive cerca a mi casa, en la misma localidad, así que nos vimos de manera personal”, dijo Alberto.
Y agregó: “Estoy muy agradecido con el periódico (…) tengo cinco hermanos, cuatro mujeres y un hombre. También dialogué con mi madre, que vive en Garzón, Huila. En cuanto pase la pandemia espero poder reunirme con ellos. Mi intención es que seamos una familia muy unida, a pesar de la distancia”.
